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París. La líder ultraderechista Marine Le Pen estimó este domingo que la victoria de su Agrupación Nacional (RN) "sólo se ha aplazado", tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas en las que su partido quedó tercero.
"La marea sube. Esta vez no ha subido lo suficiente, pero sigue subiendo y, en consecuencia, nuestra victoria sólo se retrasa", declaró Le Pen en la cadena televisiva TF1, celebrando que su partido duplicó el número de diputados.
Según las primeras proyecciones, el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista de centroderecha con entre 150 y 180.
RN y sus aliados lograrían entre 115 y 155, pese a que las proyecciones hace una semana les daban una mayoría absoluta y las de hace dos días, una victoria simple.
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Francia: de la esperanza a la decepción
"Se dramatizó mucho lo que estaba en juego, se habló de los fascistas, de los fachas", dijo decepcionado un militante del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Luc Doumont.
En una sala en la ciudad de Vincennes, en los suburbios de París, donde los partidarios del RN se habían reunido con la esperanza de una gran victoria, la decepción era inmensa cuando se conocieron las primeras proyecciones que lo situaban en tercera posición, por detrás del Nuevo Frente Popular, una coalición de izquierdas, y de la alianza del presidente Emmanuel Macron.
"El Nuevo Frente Popular son como el agua y el aceite, quieren condenarnos al ostracismo", lamenta este agente de aduanas ahora jubilado.
Entre los militantes nadie esperaba una derrota así.
Sus esperanzas eran inmensas desde el 9 de junio, cuando el ultraderechista Jordan Bardella, de 28 años, se impuso en las elecciones europeas con 31.37% de los votos, un resultado histórico para la extrema derecha.
Y cuando una hora después el presidente Macron anunció la disolución de la Asamblea Nacional (cámara baja) y elecciones anticipadas, estaban convencidos de que se abrían por fin las puertas del poder.
El domingo pasado, en la primera vuelta de las legislativas, obtuvieron una gran victoria, con alrededor de un tercio de los votos, lo que, en teoría, les daba la posibilidad de alcanzar en la segunda entre 250 y 300 diputados (la mayoría absoluta está en 289).
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Ultraderecha en Francia no logra romper el techo de cristal
Algo que finalmente no ha ocurrido. La movilización contra el partido de Marine Le Pen parece haber dado sus frutos y el RN no ha logrado romper su tradicional "techo de cristal".
El resultado de este domingo hace crecer además las dudas sobre la capacidad de la extrema derecha para ganar unas elecciones a nivel nacional, en un campaña en que se ha acusado al partido de amateurismo.
También han salido a la luz las actitudes y declaraciones racistas, antisemitas o conspirativas de decenas de sus candidatos, algo que según Bardella, que aspiraba a ser primer ministro, solo son "cuatro o cinco ovejas negras".
El resultado obligará al RN a cambiar de estrategia si quiere aspirar a una victoria en las presidenciales de 2027.
Marine Le Pen, jefa del partido y candidata declarada, tiene la intención de presidir de nuevo el grupo RN en la Asamblea Nacional, que a pesar de todo ha salido fortalecido en estas elecciones.
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Ahora se abre un periodo de incertidumbre política, sin una mayoría clara que debilita tanto al jefe de Estado como al futuro gobierno y que Le Pen, perdedora de las presidenciales de 2017 y 2022, podría aprovechar para presentarse como un baluarte de estabilidad.
En los últimos dos años, Le Pen ya ha demostrado su capacidad para colocarse en el centro del debate político con mociones de censura votadas por sus diputados, aunque sin tumbar ningún gobierno.
Ante una futura coalición de gobierno de la que poco se sabe todavía, ella podría aparecer como una de las principales opositoras, siguiendo el modelo de la jefa de la extrema derecha italiana Giorgia Meloni.
mgm