El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con el excéntrico y controvertido propietario de Tesla y SpaceX, Elon Musk, para hablar de inteligencia artificial y vehículos eléctricos, antes de ofrecer una conferencia ante 4 mil personas.
El multimillonario llegó en un Tesla al Palacio del Elíseo en París y se retiró de la entrevista con el presidente francés sin hacer declaraciones.
En la agenda de la reunión figuraban la inteligencia artificial, las redes sociales o el marco regulatorio del sector, enumeró el miércoles el presidente francés en el VivaTech, el gran salón europeo de la tecnología. "Voy a hablarle también de automóviles, de baterías, de este sector, para alabar el atractivo francés y europeo", dijo Macron.
El mandatario, que ya se ha reunido dos veces con Musk en los últimos meses, espera convencerlo de instalar en Francia una fábrica de baterías Tesla, su empresa pionera en los vehículos eléctricos.
En la cumbre Choose France de mediados de mayo en Versalles, Musk prometió que la firma haría "inversiones significativas en Francia".
Pero la promesa no se ha concretado y Tesla podría terminar decantándose por España, casi cuatro años después de haber elegido Berlín para la primera fábrica de la marca en Europa.
Macron sabe muy bien que este empresario, que acaba de conseguir autorización en Estados Unidos para probar implantes cerebrales con su sociedad Neuralink, se ha convertido en una fuerza política al otro lado del Atlántico.
Antes de su visita a Francia, Musk viajó el lunes a Roma para reunirse con la jefa de gobierno de Italia, Giorgia Meloni, con quien habló de algunos "temas cruciales" como los "riesgos de la Inteligencia Artificial" y la "natalidad", según la dirigente.
Los conservadores adulan a Musk por su combate contra la censura y por haber restablecido en Twitter la cuenta del expresidente Donald Trump.
Pero sus posiciones políticas no desaniman a los visitantes de Vivatech, que vibra desde hace dos días a la espera de la llegada de la principal estrella del mundo tecnológico.
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Twitter y la Unión Europea, la polémica por regulación de plataforma
Provocador y libertario, el propietario de Tesla, SpaceX y accionista mayoritario de Twitter será cuestionado por sus decisiones en plena disputa con la Unión Europea por la regulación de la red social.
El bloque comunitario, Francia incluida, reprocha al empresario su rechazo a controlar la desinformación y el odio en la plataforma.
Tras comprar la empresa en 2022, Musk dijo que ahora la plataforma era "libre" y despidió a la mitad de la plantilla, incluida buena parte de los moderadores de contenidos.
A finales de 2022, el comisario europeo Thierry Breton lo instó a controlar los contenidos en virtud de la ley de servicios digitales de la UE, bajo amenaza de una multa equivalente al 6% de su facturación.
A finales de mayo, Musk crispó más los ánimos al retirar a Twitter del código de buenas prácticas de la UE contra la desinformación. Entonces, el ministro francés del sector, Jean-Noël Barrot, amenazó incluso con "prohibir" la plataforma.
En su conferencia prevista a las 16H00 (14H00 GMT), el empresario también podría esbozar su visión sobre la inteligencia artificial (IA), sobre la que ha lanzado ideas contradictorias.
Musk cofundó OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, pero después la dejó. En pleno auge del sector, pidió suspender su desarrollo al considerarlo una amenaza para la humanidad, pero luego fundó su propia sociedad de IA.
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