Washington.- Un juez federal prohibió el sábado que gobierno del presidente realice deportaciones en virtud de una ley del siglo XVIII que el mandatario invocó unas horas antes tras afirmar que Estados Unidos estaba siendo invadido por una pandilla venezolana y que tenía nuevas facultades para expulsar a sus miembros del país.

James E. Boasberg, juez principal de la corte federal de distrito para el Distrito de Columbia, explicó que necesitaba emitir su orden de inmediato porque el gobierno ya estaba trasladando a El Salvador y Honduras a migrantes que, afirma, eran recientemente “deportables” según la proclamación de Trump para ser encarcelados en esos países. El Salvador acordó esta semana que aceptaría hasta 300 migrantes que el gobierno de Trump designó como miembros de pandillas.

“No creo poder esperar más y estoy obligado a actuar”, declaró Boasberg durante una audiencia realizada el sábado por la tarde, en una demanda interpuesta por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y Democracy Forward. “Un breve retraso en su expulsión no perjudica al gobierno”, añadió, y dijo que los migrantes permanecen bajo custodia del gobierno, pero ordenó el regreso de cualquier avión en el aire.

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El fallo se produjo horas después que Trump afirmara que la pandilla venezolanaestaba invadiendo Estados Unidos e invocara la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una amplia autoridad en tiempos de guerra que da al presidente un mayor margen de maniobra en políticas y acciones ejecutivas para acelerar las deportaciones masivas de personas.

La ley solo se ha utilizado tres veces en la historia de Estados Unidos, todas ellas durante guerras. Su aplicación más reciente fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se utilizó para encarcelar a alemanes e italianos, así como para el internamiento masivo de civiles estadounidenses de origen japonés.

En una proclamación publicada poco más de una hora antes de la audiencia de Boasberg, Trump sostuvo que el Tren de Aragua estaba efectivamente en guerra con Estados Unidos.

“A lo largo de los años, las autoridades nacionales y locales venezolanas han cedido cada vez más control sobre sus territorios a organizaciones criminales transnacionales, incluido el TdA”, se lee en la declaración de Trump. “El resultado es un estado criminal híbrido que perpetra una invasión y una incursión depredadora en Estados Unidos, y que representa un peligro sustancial para Estados Unidos”.

La orden podría permitir que el gobierno deporte a cualquier migrante al que identifique como miembro de la pandilla sin pasar por los procedimientos de inmigración regulares, y también podría eliminar otras protecciones según la ley penal para las personas señaladas por el gobierno.

Centros de migrantes de EU, menos llenos pero aún saturados tras Título 42. Foto AFP
Centros de migrantes de EU, menos llenos pero aún saturados tras Título 42. Foto AFP

La pandilla Tren de Aragua se originó en una prisión del país sudamericano y acompañó un éxodo de millones de venezolanos, la gran mayoría de los cuales buscaban mejores condiciones de vida cuando la economía de su nación se desmoronó la década pasada. Trump y sus aliados han convertido a la pandilla en el rostro de la supuesta amenaza que representan los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos y la designaron formalmente como una “organización terrorista extranjera” el mes pasado.

Las autoridades de varios países han informado de arrestos de miembros del Tren de Aragua, aun cuando el gobierno de Venezuela afirma haber eliminado a la organización criminal.

El gobierno estadounidense dijo que Trump en realidad firmó la orden el viernes por la noche. Los abogados de inmigración señalaron que el gobierno federal de repente comenzó a deportar a venezolanos a los que, de otro modo, no tendrían el derecho legal de expulsar del país, y se apresuraron a presentar demandas para bloquear lo que, en su opinión, era una proclamación pendiente.

Boasberg emitió una orden inicial a las 9:20 de la mañana del sábado, la cual impidió que la administración de Trump deportara a cinco venezolanos mencionados como demandantes en la reclamación de la ACLU que estaban siendo detenidos por el gobierno y creían que estaban a punto de ser deportados. El gobierno de Trump apeló esa orden, argumentando que detener un acto presidencial antes de que se haya anunciado paralizaría al poder ejecutivo.

En las calles de Ciudad Juárez y en el muro fronterizo ha disminuido la presencia de migrantes. (28/02/2025) Christian Torres | El Universal
En las calles de Ciudad Juárez y en el muro fronterizo ha disminuido la presencia de migrantes. (28/02/2025) Christian Torres | El Universal

Si se hubiera permitido que la orden se mantuviera, “los tribunales de distrito tendrían licencia para prohibir prácticamente cualquier acción urgente de seguridad nacional solo con la recepción de una queja”, escribió el Departamento de Justicia en su apelación.

Más tarde, Boasberg programó la audiencia vespertina para decidir si expandiría su orden a todas las personas que podrían ser señaladas de acuerdo con la declaración de Trump.

El subprocurador general adjunto Drew Ensign argumentó que el presidente tenía una amplia libertad para identificar amenazas al país y actuar de conformidad con la ley de 1798. Señaló que la Corte Suprema de Estados Unidos permitió que presidente Harry Truman retuviera a un ciudadano alemán en 1948, tres años después de que terminara la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con la medida.

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“Esto cortaría muy profundamente las prerrogativas del presidente”, dijo Ensign, refiriéndose a una orden judicial.

Pero Lee Gelernt, de la ACLU, señaló que la ley solo se ha invocado tres veces antes y argumentó que Trump no tenía la autoridad para usarla contra una pandilla criminal en lugar de un estado reconocido. Boasberg dijo que el precedente sobre la cuestión parecía complicado, pero que la ACLU tenía una posibilidad razonable de éxito en esos argumentos, por lo que la orden estaba justificada.

Boasberg detuvo las deportaciones de las personas bajo custodia hasta por 14 días y programó una audiencia para el viernes.

La avalancha de litigios muestra la importancia de la declaración de Trump, que es el paso más reciente del gobierno para expandir el poder presidencial. Ensign argumentó que, como parte de su reacción al ataque del 11 de septiembre de 2001, el Congreso otorgó al presidente el poder de delegar amenazas de organizaciones “transnacionales” al nivel de estados reconocidos. Y Gelernt advirtió que el gobierno de Trump podría simplemente emitir una nueva proclamación para usar la Ley de Enemigos Extranjeros contra otra pandilla de migrantes, como la MS-13, que ha sido durante mucho tiempo uno de los objetivos favoritos de Trump.

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desa/bmc

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