Bruselas.— Las incautaciones de armas de fuego en los puertos de salida de Estados Unidos y que tenían como destino México se triplicaron entre 2016 y 2023, sostiene un reporte de Small Arms Survey.
El documento elaborado por un consorcio que incluye a la Agencia de Implementación de la Comunidad del Caribe para la Delincuencia y la Seguridad (Impacs), financiada por el gobierno de Alemania, constituye una actualización de la situación de los flujos ilícitos de Norteamérica hacia América Latina y el Caribe.
Elaborado con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), el informe sostiene que los decomisos de armas de fuego de EU hacia la región “han aumentado significativamente” desde 2016. En total, 708 unidades fueron interceptadas en el periodo 2016-2019, mientras que mil 557 entre 2020 y 2023, lo que representa un incremento de 120%.
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Los envíos a México representan la mayor parte del aumento de las incautaciones, “pero los datos no dejan claro si [el incremento] se debe a la mejora de las capacidades de interdicción, a una mayor cooperación internacional, al aumento de la recolección de datos sobre el tráfico o a una combinación de estas variables”.
Entre 2016 y 2019 fueron incautadas 286 armas en dirección a México, cifra que aumentó a mil 35 entre 2020 y 2023, lo que equivale a un crecimiento de 263%.
A diferencia de la zona caribeña, en México y América Latina hay una alta demanda por armas de asalto. De las 626 armas incautadas en cargamentos con destino al Caribe, sólo 6% eran rifles, frente a 27 % y 38% en el caso de América Latina y México, respectivamente.
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“La mayoría de los fusiles enviados a América Latina estaban destinados a México, donde tienen una gran demanda entre los cárteles de la droga (...) En Haití la pandillas están buscando las mismas armas de fuego favoritas de los cárteles de la droga mexicanos”, concretamente el rifle automático AK-47 y el fusil semiautomático AR-15.
Durante el periodo de estudio, estas dos armas concentraron la mitad de los fusiles decomisados camino a México. En contraste, los rifles del calibre .50 tienen menor demanda, sólo 1% de los destinados a México usaban ese tipo de proyectil.
Los datos recaudados muestran que el tráfico hacia México se produce a través de las fronteras terrestres, principalmente en vehículos no comerciales. Los decomisos en coches particulares representaron 76% del total; si a ese monto se agregan los golpes dados en autobuses, camionetas y furgonetas, el porcentaje aumenta a 91%. Las interdicciones a ciclistas y peatones suman 5%. El resto corresponde a envíos de paquetería, servicio aéreo y embarcaciones marítimas privadas o comerciales.
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El documento, además de poner los reflectores sobre el tipo de arma que se envía al vecino del sur, marca en el mapa los puntos por donde entran las armas al país. El cruce de entrada a México por excelencia es Laredo, Texas, en donde se confiscaron 66% de las armas, seguido por Tucson, Arizona, con 18%; El Paso, con 9%, y San Diego, con 3%. “De los datos se desprende claramente que son relativamente pocos los envíos ilícitos de armas de fuego al Caribe y América Latina que se interceptan en Estados distintos de los situados a lo largo de la frontera sur de EU”.
“¿Por qué?, ¿por qué la mayor parte de esta actividad se concentra en la frontera sur?, según un funcionario, los cárteles y otras organizaciones criminales tienden a reclutar traficantes de personas que conocen (…) Una explicación definitiva requiere datos y análisis adicionales”, precisa. Por lo pronto, los datos certifican la alta concentración del tráfico en los estados fronterizos del sur de EU.