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Omaha, Nebraska.- Cuando Warren Buffett anunció el sábado en su reunión anual de accionistas que dejará el cargo de director ejecutivo de Berkshire Hathaway a finales de año, elevó a un discreto ejecutivo canadiense de 62 años llamado Greg Abel, quien durante mucho tiempo ha sido uno de sus principales lugartenientes.
Durante los últimos siete años, Abel ha supervisado el ferrocarril BNSF de Berkshire y sus fabricantes de golosinas See's Candies y Dairy Queen, junto con docenas de otras empresas manufactureras y minoristas que Buffett adquirió a lo largo de los años.
Creció en Canadá como jugador de hockey y aprendió el valor del trabajo duro recuperando botellas desechadas y trabajando para una pequeña empresa de llenado de extintores. Ahora se encuentra en la cima del mundo de las inversiones.
Berkshire confirmó a Abel como sucesor de Buffett en 2021, después de que el exvicepresidente Charlie Munger lo dejara escapar en la junta anual. Desde entonces, Abel ha permanecido prácticamente a la sombra de Buffett, aunque los accionistas han tenido la oportunidad de conocerlo mejor al aparecer junto a Buffett en las juntas anuales y en entrevistas .
La junta directiva de Berkshire votará ahora si aprobar formalmente a Abel como el nuevo CEO que asumirá el cargo a fines de 2025. En la reunión anual en Omaha, Buffett dijo que espera que eso ocurra por votación unánime.
Abel asumirá la responsabilidad de la ecléctica gama de negocios de Berkshire, con sus casi 400 mil empleados y la enorme cartera de acciones del conglomerado. Buffett y los miembros del consejo de administración de Berkshire, que durante años han dedicado gran parte de su tiempo a encontrar al sucesor de Buffett, han elogiado la brillantez de Abel y su capacidad para comprender todo tipo de negocios.
Buffett dijo una vez que Berkshire tiene muchísima suerte de tener a Abel listo para asumir el control, pero le costará acercarse a su notable trayectoria de crecimiento. Si bien Buffett hizo crecer Berkshire a lo largo de las décadas mediante operaciones oportunas e inversiones en acciones a precios atractivos, el enorme tamaño de Berkshire ha dificultado mucho últimamente encontrar algo lo suficientemente grande como para cambiar los resultados del conglomerado.
Abel tiene un gran reto por delante, pero nadie espera que iguale los logros de Buffett, que lo convirtieron en multimillonario y uno de los inversores más ricos del siglo pasado. Ron Olson, veterano miembro de la junta directiva de Berkshire, declaró dos días antes del anuncio que creía que Abel estaba listo para asumir el cargo.
"¿Es otro Warren Buffett? No, no conozco a ningún otro Warren Buffett. Pero tiene muchos de los fundamentos de Warren", dijo Olson. "Sin duda, es una persona íntegra. Es muy trabajador. Es un pensador estratégico".
Buffett lleva años afirmando que la principal tarea de Abel, al convertirse en CEO, será preservar la singular cultura descentralizada de Berkshire, basada en la independencia, la integridad y la confianza. De hecho, el comentario de Munger que delató el futuro rol de Abel fue que «Greg mantendrá la cultura».
Los ejecutivos de una mezcla diversa de subsidiarias de Berkshire, incluido el fabricante de zapatillas Brooks Running, el gigante de pisos Shaw y la joyería Borsheims, han dicho que todos recurren a Abel cuando enfrentan preguntas difíciles en sus negocios relacionadas con la estrategia o los detalles operativos, y él siempre está disponible cuando lo necesitan, aunque los desafíe.
“Cuando pienso en Greg, no solo tiene una gran perspicacia para los negocios, sino también un gran instinto empresarial”, dijo el viernes Troy Bader, director ejecutivo de Dairy Queen. “La intuición es fundamental. Warren la tiene, pero Greg también la tiene en gran medida”.
Abel nunca ha concedido muchas entrevistas, aunque demostró su profundo conocimiento de los negocios en las reuniones de Berkshire al hablar de servicios públicos y el ferrocarril. Sin embargo, ofreció un vistazo a su trayectoria a la Asociación Horatio Alger cuando este grupo le rindió homenaje en 2018.
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La crianza familiar de Abel en Edmonton, Alberta, y las lecciones de trabajo duro y perseverancia fueron similares a lo que Buffett aprendió mientras trabajaba en la tienda de comestibles de su abuelo en Omaha cuando era niño.
Creo que el trabajo duro trae buenos resultados. En mis estudios, en los deportes y en mis puestos empresariales, aprendí que si me esforzaba mucho y estaba bien preparado, el éxito era más probable —dijo Abel en 2018—.
Abel vive a unas dos horas de la ciudad natal de Buffett, Des Moines, Iowa, donde ha dirigido Berkshire Hathaway Energy desde 2011 y ha ayudado a entrenar a los equipos de hockey y fútbol de sus hijos. Se espera que siga viviendo allí, ya que Berkshire está tan descentralizada que hay pocas razones para mudarse a su sede en Omaha. Buffett solo tenía unas dos docenas de personas trabajando en su oficina, ya que pasaba los días leyendo informes empresariales y haciendo alguna que otra llamada telefónica.
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