Madrid. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció un primer paquete de 10 mil 600 millones de euros (11 mil 550 millones de dólares) para ayudar a las personas afectadas y a la reconstrucción de las zonas devastadas por las inundaciones.
El gobierno aprobó la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil para Valencia y el resto de zonas inundadas, lo que facilitará la entrega de ayudas a los damnificados.
El dirigente socialista también indicó en su rueda de prensa tras un Consejo de Ministros que sobre el terreno ya hay desplegados casi 15 mil soldados y policías, una semana después de la catástrofe que ha dejado al menos 218 fallecidos en el sureste del país.
Prioridades del gobierno ante la devastación en España
Sánchez ha asegurado que su gabinete trabaja “desde el primer momento” en cuatro ámbitos prioritarios: salvar vidas, recuperar el cuerpo de las víctimas “con la prontitud y la dignidad que merecen”, garantizar la seguridad en las calles y restablecer los suministros y los servicios de las zonas afectadas.
El primer paquete de ayuda se distribuirá en 78 municipios en el este y el sur de España (75 de la Comunidad Valenciana, 2 de Castilla-La Mancha y 1 de Andalucía), para ayudar a los hogares, y también a las empresas, a los autónomos y a las instituciones afectadas por la dana, pero el listado “podrá ampliarse a otros municipios, a otras comunidades autónomas” y “con el menor papeleo posible y la mayor celeridad y agilidad”.
Dentro del plan de ayudas, el gobierno de España pagará el 100% de los gastos de emergencia que tengan los ayuntamientos afectados y abonará hasta el 50% de todas las obras que tengan que llevar a cabo en los próximos meses y años para reparar infraestructuras, instalaciones y servicios como carreteras, polideportivos, o centros cívicos.
Sigue la búsqueda de víctimas tras las fatales inundaciones en España
Una semana después de que las inundaciones catastróficas devastaran el este de España, María Murgui aún mantiene la esperanza de que su padre, Francisco Murgui, esté vivo y entre el número desconocido de desaparecidos. El martes pasado, Francisco salió a intentar salvar su motocicleta cuando el agua comenzó a subir. No volvió.
“Salió, pues, como la mayoría de gente de las poblaciones afectadas, a coger su moto o su coche”, dijo la joven de 27 años a The Associated Press. “Lo pilló la riada fuera y al final se tuvo que coger a un árbol porque tenía que salvarse. Y nos llamó diciendo eso, que estaba bien, que estaba en un árbol, que no nos preocupáramos”.
Pero cuando María salió a las calles de Sedaví para intentar rescatarlo del agua que arrasaba todo a su paso, no lo encontró por ningún lado.
“Hasta la 1 de la mañana aguantó”, dijo ella. “A las 2 de la mañana yo salí a buscarlo con un vecino que me acompañó con una cuerda. Pero no sabemos nada, no lo encontramos”.
Se han confirmado al menos 218 muertes después de que un diluvio causado por fuertes lluvias la tarde del 29 de octubre y la mañana siguiente inundara poblaciones enteras, principalmente en la región de Valencia, tomando por sorpresa a la mayoría. Las autoridades regionales han sido duramente criticadas por haber emitido alertas a los celulares unas dos horas después de que comenzara el desastre.
Siete días después, las autoridades aún no han dado una estimación de los desaparecidos. Sin embargo, la televisora estatal RTVE emite una sucesión constante de peticiones de personas que buscan a familiares sin localizar.
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María Murgui ha publicado un mensaje de persona desaparecida en redes sociales con una foto de su padre, un jubilado de 57 años.
“Es como montar en una montaña rusa. A veces bien, a veces mal (...) porque quieres ser positiva”, dijo. “Esto está siendo una verdadera locura. No sabemos mucho ya qué hacer, nadie del pueblo”.
Mientras muchos buscan a sus seres queridos, los enormes esfuerzos de recuperación en Sedaví y más de 60 poblaciones más avanzan lentamente.
ss/mcc