El primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, y el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, chocaron este miércoles sobre asuntos fiscales y la manera de controlar la migración, en un acalorado debate organizado por la BBC, el último antes de las elecciones generales del 4 de julio en el Reino Unido.
Los dos políticos respondieron desde un edificio de la Universidad de Nottingham, en el centro de Inglaterra, a las preguntas de la audiencia sobre los planes de sus respectivas formaciones si uno de ellos asume el poder el 5 de julio.
Según una encuesta de la firma YouGov divulgada tras el debate, Sunak y Starmer recibieron el mismo nivel de apoyo (47 %), mientras que el 6 % restante no contestó.
Los dos líderes también chocaron sobre integridad política, a raíz del escándalo de algunos candidatos que hicieron apuestas sobre las fechas de las elecciones generales.
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El primer ministro utilizó en numerosas ocasiones la palabra "entrega" -como "no entregues tus finanzas" o "no entregues las fronteras" al Laborismo- para atacar a su contrincante, mientras que Starmer resaltó el fracaso de 14 años de Gobiernos conservadores.
El líder laborista insistió en que tenía un mensaje "simple" para el electorado, el de mejorar la sanidad pública, hacer crecer la economía y contar con más maestros en las escuelas.
Por su parte, Sunak admitió la frustración de la gente con el Partido Conservador pero puntualizó que las elecciones del 4 de julio tienen "profundas consecuencias".
Dijo que con el laborismo la gente pagará 2,000 libras (2,524 dólares) más al año en impuestos, algo calificado por Starmer de mentira.
Choques sobre migración
A una pregunta sobre la manera de frenar el alza de la migración, Starmer defendió su plan de desbaratar las bandas criminales que lucran de los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha -entre Inglaterra y Francia-, mientras que Sunak dijo que la única manera es contar con un elemento disuasorio, como el plan para enviar a Ruanda a solicitantes de asilo tras un acuerdo con el país africano.
"El plan de Ruanda es un elemento disuasorio, sólo hay que escuchar lo que dicen los propios inmigrantes ilegales, uno de ellos acaba de decir 'la mayoría de nosotros todavía estamos en Francia debido al miedo que tenemos sobre Ruanda'", afirmó Sunak.
"Si los laboristas ganan, los traficantes de personas necesitarán un barco más grande", afirmó.
Starmer respondió con la insistencia de que "un número récord cruza el Canal" y que el plan de Ruanda no funcionará porque se necesitarían 300 años para llevar a ese país a todos los migrantes que han entrado en el Reino Unido.
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El plan de Ruanda "supone un gasto enorme para los contribuyentes. Hay decenas de miles, 15.000 personas han venido desde que Rishi Sunak es primer ministro (2022"), agregó Starmer.
Los impuestos, otro gran tema
Sunak reiteró su afirmación de que el Partido Laborista aumentará los impuestos y pidió al electorado "no entregar" sus finanzas a Starmer, al tiempo que aseguró que éste impondrá impuestos por primera vez en la historia a las pensiones estatales.
Esta acusación fue rechazada inmediatamente por Starmer, quien fue interrumpido una y otra vez por Sunak sobre este asunto.
Starmer recalcó que las acusaciones son "falsas" y le pidió a Sunak que deje de insultar a la gente "difundiendo falsedades".
El escándalo de las apuestas
En el debate, con continuas y por momentos agresivas interrupciones por parte de ambos líderes, se abordó el escándalo de las apuestas, después de que dos candidatos conservadores y uno laborista fueran suspendidos por apostar sobre las elecciones generales.
"Cuando uno de mi equipo supuestamente había estado involucrado e investigado por la Comisión de Apuestas, fue suspendido en cuestión de minutos, porque sabía que era realmente importante ser rápido, el primer ministro retrasó" la suspensión, dijo Starmer.
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