Quito.— Ecuador decidirá el domingo si permite el regreso de bases militares extranjeras y abre la puerta a una nueva Constitución, en un referéndum crucial para su presidente Daniel Noboa, aliado cercano de Estados Unidos y en guerra contra el narcotráfico.

La votación se celebra en un contexto de violencia sin precedente y está atravesada por tensiones geopolíticas, en momentos en que EU bombardea casi a diario lanchas con supuestas drogas en el Pacífico y el Caribe ante el rechazo de México, Brasil, Colombia y Venezuela.

Noboa busca respaldo a su mano dura contras las bandas narcocriminales, luego de que la justicia frenara varias de sus iniciativas por considerarlas contrarias a derechos fundamentales. Casi 14 millones de ecuatorianos acudirán a las urnas para responder “Sí” o “No” a cuatro preguntas en este referéndum con voto obligatorio.

Además del regreso de bases militares extranjeras prohibidas desde 2008 y la redacción de una nueva Constitución, deben decidir si ponen fin al financiamiento estatal a los partidos políticos y si reducen el número de congresistas. Para el politólogo Santiago Basabe, de la Universidad San Francisco de Quito, estas “son preguntas que suenan bien”, pero eso “no quiere decir que sea lo que le conviene al país”.

Pese a contar con una aprobación de 56%, el presidente enfrenta fuertes críticas por la violencia en el país con la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica. En el primer semestre del año hubo 4 mil 619 asesinatos, la cifra “más alta registrada en la historia reciente”, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.

Ecuador se ha convertido en uno de los mayores aliados de Washing- ton en la región, apoya su incursión militar para doblegar a los narcotraficantes y aspira a ampliar el apoyo estadounidense en su propio territorio. Pero Luz Quisi, una estudiante universitaria de 20 años, es escéptica. “El Estado nos ha recortado demasiado presupuesto [para el sector social] con la excusa de la seguridad y no hemos avanzado nada”, comentó.

En el poder desde noviembre de 2023, Noboa está en guerra contra el crimen organizado con militares en las calles y en las cárceles, espectaculares operaciones en bastiones del narcotráfico y frecuentes estados de excepción, criticados por organizaciones de derechos humanos. Muy activo en redes sociales, el millonario presidente de 37 años suele publicitar sus resultados, como las recientes imágenes de cientos de presos con cabeza rapada y uniforme naranja en traslado a su nueva megaprisión, al estilo de su par salvadoreño Nayib Bukele.

Pero la violencia no cede y dejó 31 muertos en un penal a pocos días del referéndum.

Diana Atamaint, presidenta del Consejo Nacional Electoral, dijo que la votación no se realiza en esa prisión. Indicó que la medida se tomó por “motivos de seguridad y en cumplimiento de recomendaciones técnicas”.

A inicios de noviembre, Noboa recorrió junto con la secretaria estadounidense de Seguridad Nacional, Kristi Noem, sitios potenciales para la instalación de bases militares como la que operó EU en Manta (costa suroeste) entre 1999 y 2009.

“Se necesita cooperación de otros países porque la criminalidad es transnacional”, dijo el gobernante. Aseguró que también ha hablado con Brasil para crear una policía amazónica y con Europol para montar una base de inteligencia en las zonas más convulsas.

En el fondo esta pregunta “por lo menos geopolíticamente apunta a un acercamiento directo a EU”, señaló Ximena Ron, del Observatorio de la Constitución. El 61% apoya el “Sí”, de acuerdo con Cedatos.

Noboa pretende redactar una nueva Constitución de unos 180 artículos, menos de la mitad de la que está vigente desde 2008 y que prohibió la presencia de bases militares extranjeras de la mano de su rival político, el expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017). Expertos coinciden en que una nueva Constitución tendrá poco impacto en la seguridad.

Hijo de un magnate bananero, Noboa apunta a cambiar la “organización del Estado” y el modelo económico “para darle un poco más de cabida al sector privado”, opinó Ron. Según el presidente, la actual Constitución es “garantista para los criminales”, por lo que aspira cambiarla por una que “alimente el progreso y que fomente la justicia”.

Noboa ha dado pocos detalles sobre la eventual Carta Magna, cuyo texto final debe ser aprobado en otro referéndum. Jhonny Tamayo, docente universitario de 40 años que marchó para apoyar el “No”, dijo que se opone “a las mentiras de este gobierno que pone como excusa que la Constitución es una traba” para combatir la criminalidad.

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