Bogotá. El padre de una menor de 15 años que murió violentamente y cuyo caso ha conmocionado a Colombia, pidió a la justicia que le imponga la pena máxima al presunto homicida, luego de su captura.
“Mi llamado es a la gente que dicta las penas, que sea la máxima, porque una persona de esas no merece estar libre haciéndole daño a las niñas de este país”, dijo a la prensa Genaro González, padre de Michel Dayana.
En caso de que el sospechoso fuere condenado por feminicidio la pena podría llegar a 50 años de cárcel.
La menor salió de su casa para comprar alimentos en la noche del 7 de diciembre y luego de horas de búsqueda fue reportada como desaparecida. Al siguiente día la encontraron descuartizada en un taller automotor de su barrio en la ciudad de Cali, al suroeste del país.
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"Es un momento muy duro, para nuestra familia, para mí, porque era un ser que apenas estaba comenzando a vivir, organizar sus ideas, su mente, con muchos proyectos, muchas ganas de vivir. Una niña alegre, sonriente. Todos los conocidos le llamaban 'risitas', porque siempre andaba con una sonrisa muy tierna. No sé por qué un animal me le hace eso", contó, entre lágrimas, Genaro Valencia, padre de Michel Dayana, en diálogo con Caracol Radio.
Tras el asesinato, las autoridades señalaron como el principal sospechoso a Harold Andrey Echeverry Orozco, el vigilante del taller donde fue encontrada sin vida la menor, y ofrecieron cerca de 25 mil dólares por información que ayudara a ubicarlo.
Genaro Valencia reveló que no conocían al presunto autor del feminicidio, pues el hombre no era del sector. Sin embargo, tras los más recientes acontecimientos, su hija mayor le confesó que, en ocasiones anteriores, el hombre había acosado sexualmente a la menor.
"Ella tenía que pasarse al otro lado de la cuadra para que él no la mirara y todo eso", detalló para el medio citado anteriormente.
Echeverry Orozco fue capturado el lunes en Villavicencio, en el departamento del Meta y a más de 500 kilómetros de Cali.
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El brigadier general José Gualdrón Moreno, comandante de la policía de Cali, detalló el martes en una rueda de prensa que recibieron cientos de llamadas de la ciudadanía sobre el presunto homicida y una de ellas alertó que se encontraba en Villavicencio.
Según el agente, tenían información sobre la posible intención de Echeverry Orozco, quien tenía antecedentes de abuso, de huir hacia Ecuador, por lo que bloquearon la frontera y aumentaron la seguridad en la zona. Por prevención también reforzaron controles en la frontera con Venezuela.
El sospechoso habría viajado de Cali hasta una zona rural del departamento de Tolima, donde llegó en una motocicleta que horas antes había intentado vender, y luego a Villavicencio.
Con velas y flores, la menor fue velada el lunes en un polideportivo de su barrio en Cali, adonde asistieron decenas de personas para despedirla.
“Cuando me dieron la noticia (de la captura) venía camino del cementerio de enterrar a mi hija. La verdad fue algo tranquilizante para mí y mi familia... no devuelve a mi hija este hecho, pero ella está feliz de que hayan capturado a la persona que cometió tan atroz crimen”, relató a la prensa el padre de la menor en una videollamada desde Cali.
Un juez deberá decidir sobre la legalidad de la captura de Echeverry Orozco y luego si le es impuesta o no una medida de aseguramiento en un centro carcelario.
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"Me dijo: Papi, no me demoro. Fue la última vez que la vi"
En charla con 'Blu Radio', Valencia dio a conocer los últimos momentos que vivió junto a su hija, quien salió de su casa a comprar unos comestibles y en el camino de retorno, según las primeras versiones que se tienen del caso, fue abordada e ingresada al taller bajo la modalidad de engaño.
La niña le pidió permiso a su padre para hacer unos mandados con un dinero que le dio. "Entonces yo le dije: 'Hágale rápido, vaya rápido, porque tenemos que salir pa' que se bañe y se cambie. Dijo: 'Bueno, papi. No me demoro'. Esa fue la última vez que vi a mi hija", afirmó su padre.
Media hora después de que Michel salió de la vivienda, su progenitor comenzó a llamarla insistentemente, ante la preocupación de que algo le hubiese ocurrido. Desde ese momento, comenzó la búsqueda de la menor, la cual terminó el pasado 8 de diciembre, cuando su cadáver fue encontrado al interior de un taller en el barrio San Judas Tadeo I de Cali.
Sobre el agresor de su hija, afirmó: "Eso no es un hombre, eso es un animal. Él tiene que responder por el crimen de mi hija, ese crimen atroz que le hizo a una bebé, una niña que apenas estaba comenzando a vivir".
mcc