El ejército israelí anunció el viernes haber matado en Gaza a cinco milicianos de Hamas implicados en el ataque del 7 de octubre de 2023, un día después de que la CPI emitiera un mandato de detención del primer ministro israelí, que suscitó nuevas reacciones.
Benjamin Netanyahu, su exministro de Defensa Yoav Gallant, y el jefe del brazo armado del movimiento palestino, Mohamed Deif, están acusados de crímenes de guerra y de lesa humanidad en el conflicto en la Franja de Gaza, desencadenado tras el letal ataque de Hamas en octubre del año pasado.
La decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) generó indignación en Israel y Netanyahu reaccionó denunciando una decisión “antisemita”.
En la Franja de Gaza, el ejército israelí y el Shin Bet --servicio de seguridad interior-- afirmaron que habían “eliminado a cinco terroristas de Hamas” en un ataque en la zona de Beit Lahia, en el norte, la madrugada del jueves.
El bombardeo dejó decenas de muertos y desaparecidos, según fuentes médicas del territorio palestino.
Dos de los hombres “eliminados” fueron responsables el 7 de octubre de 2023 de “asesinatos y secuestros” en el sector de uno de los kibutz atacados por Hamas ese día, según el comunicado.
El ejército israelí lanzó en octubre una nueva ofensiva en el norte de Gaza, que dejó más de mil muertos, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamas, con el objetivo de impedir al movimiento reconstruir sus fuerzas en esa zona.
La Defensa Civil gazatí indicó el viernes que había recuperado cuatro cuerpos y heridos de una casa impactada por los bombardeos en el barrio de Shujaiya, en el este de Ciudad de Gaza.
Comienzo de la guerra en Gaza; Biden y Hungria expresan su apoyo a Netanyahu
En el ataque del 7 de octubre de 2023 milicianos islamistas mataron a 1.206 personas en el sur de Israel, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes que incluyen a los rehenes muertos.
De los secuestrados, 97 siguen cautivos en Gaza, pero el ejército israelí estima que 34 de ellos murieron.
La ofensiva militar israelí de represalia se cobró la vida de al menos 44.056 personas en el territorio palestino, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud, considerados fiables por la ONU.
Tras más de un año de guerra, la CPI provocó la ira de Israel al emitir el jueves mandatos de detención de Netanyahu y Gallant.
“Ninguna decisión escandalosa antisraelí nos impedirá [...] seguir defendiendo nuestro país”, afirmó Netanyahu, después de haber denunciado una decisión “antisemita”. Gallant lo consideró “un peligroso precedente” que “alienta el terrorismo”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, denunció una decisión “escandalosa” y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, apoyo incondicional del dirigente israelí, dijo que invitará a Netanyahu a Hungría para “desafiar” la orden de captura.
Netanyahu agradeció a su homólogo húngaro y celebró su “claridad moral”.
Cualquiera de los 124 Estados miembros de la corte, entre ellos Hungría, estaría en teoría obligado a detener a los tres responsables si entrasen en su territorio.
Hamas celebra decisión de la CPI para arrestar a Netanyahu
Irán vio por su parte en el dictamen de la CPI “la muerte política del régimen sionista”, al tiempo que China llamó al tribunal a adoptar una “posición objetiva y justa”.
Hamas celebró por su lado un “paso importante hacia la justicia”, pero no mencionó la orden de detención del jefe del brazo armado del movimiento. Según Israel, Mohamed Deif, considerado como uno de los cerebros del 7 de octubre, murió en un ataque en julio en Gaza, aunque Hamas no confirmó su muerte.
En paralelo a la guerra en Gaza, Israel y el movimiento proiraní Hezbolá entraron en guerra abierta a finales de septiembre en Líbano, casi un año después de que la milicia chiita abriera un frente contra Israel en apoyo a su aliado Hamas.
Bombardeos israelíes dejaron el jueves 52 muertos en el este y el sur de Líbano, bastiones de Hezbolá, según el Ministerio de Salud libanés.
El movimiento reivindicó por su parte disparos de misiles contra una base aérea cerca de Asdod, su primer ataque en el sur de Israel.
Más de 3.600 personas han muerto desde octubre de 2023 en Líbano por la violencia entre Israel y Hezbolá, la mayoría desde que se intensificó el conflicto en septiembre, según las autoridades de ese país. De lado israelí, fallecieron 82 militares y 47 civiles.
La Organización Mundial de la Salud reportó la muerte de 226 sanitarios en Líbano desde entonces.
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