Un adolescente de 16 años fue puesto bajo custodia y permanecerá en un centro penitenciario de menores tras ser acusado del apuñalamiento de un capellán del Ejército en una base militar de Irlanda, tras comparecer ante un tribunal de Galway, al oeste del país.
El joven, que no puede ser identificado por ser menor de edad, recibió de parte del juez de distrito Gerard Furlong el cargo de "agresión" tras apuñalar varias veces al religioso Paul Murphy en las inmediaciones de la base militar de Renmore durante la noche del pasado jueves.
Sin embargo, la policía irlandesa (Garda) declaró ante el tribunal que podrían añadirse más cargos para el menor a medida que continúa su investigación y se opuso a una solicitud de libertad bajo fianza para el acusado por "la gravedad del delito".
Asimismo, el propio juez Furlong rechazó también la petición y envió al adolescente acusado al centro de detención infantil de Oberstown (norte de Dublín), donde permanecerá, al menos, hasta el próximo 20 de agosto, cuando volverá a comparecer ante el tribunal.
Una línea de investigación de la Garda trata de esclarecer si bajo el ataque existía una "motivación terrorista", aunque la policía irlandesa descartó en un comunicado que el incidente formase parte de una "conspiración más amplia".
Murphy, de 52 años, se encuentra ingresado en el Hospital Universitario de Galway y se recupera de heridas graves de arma blanca después de ser sometido a una intervención quirúrgica, si bien su vida no corre peligro.
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El propio capellán colgó el viernes un mensaje en su cuenta de Facebook para decir que estaba "bien" tras el ataque.
"Amigos, gracias por vuestras plegarias, amor y preocupación. Siento que no pueda contestar a todos los mensajes y coger todas las llamadas que recibo", agregó el padre Murphy.
kicp
