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Quito.— Comenzó la cuenta regresiva en Ecuador. La candidata correísta Luisa González y el empresario Daniel Noboa arrancaron ayer, oficialmente, la campaña final de la segunda vuelta electoral, de cara a los comicios presidenciales del próximo 15 de octubre.
El proceso electoral se ha visto impactado por la peor crisis de inseguridad en la historia del país, con un candidato asesinado, y por las denuncias de parte de Estados Unidos de que Ecuador también es un país a través del cual transita fentanilo, una droga sintética causante de la muerte de unas 110 mil personas en Estados Unidos en 2022.
El inicio oficial de la lid no se desarrolló con bombos, platillos ni fuegos de artificio, como suelen ser los comienzos, y más bien ha sido una jornada tranquila en la que ambos pasaron cerca de los suyos.
González, correligionaria del expresidente progresista Rafael Correa (2007-2017), hizo una pausa en sus recorridos por las diferentes regiones del país y permaneció en su natal provincia de Manabí.
Noboa, hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, también estuvo cerca de su entorno en la costera provincia de Santa Elena, informó a través de redes sociales.
No obstante, han sido sus organizaciones políticas las que se han movido en varias jurisdicciones con la promoción de las candidaturas que, sobre todo, intentan atraer al voto joven, algo que se traduce en la gran actividad que ejercen en las redes sociales.
El movimiento Revolución Ciudadana (RC), de González, propició recorridos de grupos de simpatizantes en algunas calles y plazas de Quito, intentado seducir al voto indeciso, acciones que se replicaron en otras ciudades del país. Su campaña es impulsada por el expresidente Rafael Correa, que denuncia que un triunfo de Noboa sería el regreso de la derecha y la corrupción al país, aunque él mismo tuvo que exiliarse debido a las denuncias de corrupción que pesan en su contra.
También el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), de Noboa, efectuó una movilización de seguidores en la ciudad de Cuenca, en el sur andino, donde arrancó oficialmente su campaña en esa región que ha visto a diario el frenesí proselitista de ambas candidaturas. En esa ciudad se había programado una campaña de visita a electores “puerta a puerta”, combinada con una caravana de coches por algunas calles de Cuenca.
Aunque González fue la candidata más votada en la primera vuelta (33.3% contra 23.66 de Noboa), el candidato de ADN se perfila como el favorito, de acuerdo con las encuestas de Click Research y Negocios & Estrategias, donde el empresario, hijo del excandidato presidencial Álvaro Noboa, tiene 55.16% de votos válidos, contra 44.84% de su rival.
La campaña electoral se extenderá hasta el 12 de octubre, tres días antes de las votaciones que tendrán lugar el 15 de octubre en todo el país y en las circunscripciones electorales del exterior.
Uno de los hitos de la campaña electoral será el debate entre González y Noboa previsto para el 1 de octubre, cuando tendrán la oportunidad de exponer a todo el país en señal abierta sus propuestas sobre economía, seguridad, sociedad y política.
Algo más de 13 millones de ecuatorianos están facultados para acudir a las urnas el 15 de octubre para elegir al nuevo presidente del país entre González y Noboa, y quien resulte vencedor deberá completar el periodo (2021-2025) del actual gobernante, el conservador Guillermo Lasso.
La inseguridad y la violencia, tras el asesinato de Fenando Villavicencio, han sido los temas que han marcado la campaña.
El martes pasado, Estados Unidos advirtió además que Ecuador es parte de la cadena de suministro de fentanilo que se origina en China con precursores químicos, pasa por países latinoamericanos y llega a México, donde los cárteles los utilizan para producir la droga y enviarla a suelo estadounidense. Ecuador dijo no tener evidencia de que el país sea usado para el tráfico “de esta droga sintética”.