Los aranceles de 25% que anunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a todos los vehículos exportados a su país que no sean producidos allí también aplican a los que estén en el marco del T-MEC, para todas las partes vehiculares no fabricadas en suelo estadounidense.
Así lo confirma el comunicado que dio a conocer la Casa Blanca tras el anuncio que hizo Trump.
“A los importadores de automóviles bajo el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá se les dará la oportunidad de certificar su contenido estadounidense y se implementarán sistemas para que el arancel del 25% sólo se aplique al valor de su contenido no estadounidense”, señala el documento.
De este modo, Trump estaría violando las reglas del T-MEC, que establece que los vehículos con 75% de contenido de América del Norte no pagarían arancel.
Sin embargo, el documento añade que “las piezas de automóviles que cumplan con el T-MEC permanecerán libres de aranceles hasta que el Secretario de Comercio, en consulta con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), establezca un proceso para aplicar aranceles a su contenido no estadounidense”.
Trump dijo que el arancel de 25% entrará en efecto el 2 de abril, mismo día en que anunciará aranceles recíprocos. Aseguró que la medida atraerá a fabricantes de vehículos extranjeros para producir en Estados Unidos.
En el memorándum, la Casa Blanca alega que Trump busca con este arancel “proteger a la industria automotriz estadounidense”. Aplicará “a los vehículos de pasajeros importados (berlinas, todoterrenos, crossovers, monovolúmenes, furgonetas de carga) y a los camiones ligeros, así como a las piezas clave del automóvil (motores, transmisiones, piezas del tren de potencia y componentes eléctricos), con procesos para ampliar los aranceles a piezas adicionales si fuera necesario”.

El documento denuncia que “las industrias automovilísticas extranjeras, reforzadas por subvenciones injustas y políticas industriales agresivas, se han expandido, mientras que la producción estadounidense se ha estancado”.
Detalla que mientras en 1985, las instalaciones de propiedad estadounidense en Estados Unidos fabricaron 11 millones de automóviles, lo que representa el 97% de la producción nacional total de automóviles (de propiedad estadounidense y extranjera), en 2024 “los estadounidenses compraron aproximadamente 16 millones de coches, todoterrenos y camiones ligeros, y el 50% de estos vehículos eran importados (ocho millones)”.
De los ocho millones de vehículos ensamblados en Estados Unidos y no importados, el contenido nacional medio se estima de forma conservadora en sólo el 50% y es probable que esté más cerca del 40%, acota el memorándum.
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“Por lo tanto, de los 16 millones de coches comprados por estadounidenses, sólo el 25% del contenido del vehículo puede clasificarse como Made in America”.
En 2024, lamentó, el déficit comercial de Estados Unidos en piezas de automóviles alcanzó los 93 mil 500 millones de dólares.
El documento menciona un estudio de 2024, según el cual, los aranceles que Trump impuso en su primer mandato (2017-2021) “fortalecieron la economía de Estados Unidos” y “condujeron a una significativa deslocalización” en industrias como la fabricación y la producción de acero.
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