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Seúl.- El nuevo destructor norcoreano que sufrió un accidente durante su ceremonia de botadura ya está nuevamente amarrado en el muelle tras haber sido enderezado para continuar con los trabajos de reparación, informó este viernes el régimen.
"Tras restablecer el equilibrio del destructor a principios de junio, el equipo (de reparación) lo amarró al muelle tras realizar su botadura final de forma segura el jueves por la tarde", según detalles publicados por la agencia estatal de noticias KCNA.
El equipo comenzará la siguiente etapa de restauración tras la revisión del casco del destructor por parte de un grupo de expertos. Se espera que dicha etapa se prolongue durante un período de siete a 10 días en el astillero Rajin, añadió el medio.
El incidente con el navío tuvo lugar el pasado 21 de mayo, cuando estaba teniendo lugar su botadura en presencia del líder del régimen, Kim Jong-un, quien ha responsabilizado directamente a varios organismos, entre ellos el Departamento de la Industria de Municiones del Comité Central del Partido de los Trabajadores.
Varias personas han sido detenidas en relación al caso, entre ellos el ingeniero jefe del astillero de Cheongjin, lugar del suceso; el jefe del taller de construcción de cascos, el subdirector de asuntos administrativos, Kim Yong-hak, y el subdirector del Departamento de Industria de Municiones, Ri Hyong-son.
Este tipo de reconocimiento público de fallos técnicos o administrativos por parte de Corea del Norte, y su seguimiento, es inusual, dado que el régimen suele ocultar incidentes que puedan interpretarse como señales de debilidad o incompetencia, especialmente en sectores estratégicos como el militar.
Pionyang ha minimizado los daños sufridos por el navío, asegurando que "no son graves", pero ha prometido depurar responsabilidades por lo que considera un "acto criminal imperdonable" por "la imprudencia, la irresponsabilidad y la actitud empirista poco científica" que han permitido que algo así suceda.
desa/mgm
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