París.— La realidad provoca vértigo, los alcaldes tienen miedo, la Justicia no da abasto, las cifras son inverosímiles, los ataques a las comisarías se multiplican y los muertos son cada vez más numerosos. El tráfico de drogas es tan intenso que Francia parece haber entrado en un proceso de “mexicanización”, donde los cárteles desafían sin pudor al Estado.
La palabra no es del agrado de las autoridades mexicanas, que recientemente presentaron un reclamo, cuando el ministro francés del Interior, Bruno Retailleau, dijo luego de un tiroteo en un restaurante en el oeste del país que Francia se encuentra en un “punto de inflexión” en la lucha contra el narcotráfico.
“La ‘narcoescoria’ ya no tiene límites”, sostuvo, y advirtió que Francia tiene dos opciones: “La movilización general o la mexicanización del país”.
En un comunicado, el pasado 7 de noviembre, la Embajada de México en París lamentó las “desafortunadas” palabras de Retailleau. “El uso de dicha expresión no sólo estigmatiza y estereotipa a México, sino que revictimiza también a las familias mexicanas afectadas por la violencia”, indicó la legación.
Las declaraciones del ministro, insistió, ignoran “los importantes esfuerzos del gobierno de México para enfrentar situaciones de violencia en algunos puntos de su territorio” y van en detrimento de “las acciones de colaboración entre los miembros de la comunidad internacional, incluidos México y Francia, para luchar contra el flagelo del narcotráfico y sus deplorables consecuencias en todo el mundo”.
La comunidad mexicana en Francia también se manifestó, con una carta publicada en el diario L’Humanité, en la que acusó al ministro Retailleau de “xenofobia hacia los mexicanos y latinoamericanos en Francia”.
Mientras la polémica continúa, también lo hace la amenaza del narco. En el primer país consumidor de estupefacientes de Europa, el narcotráfico representa una cifra de negocios de entre 5 mil y mil millones de euros (107 mil 550 y 129 mil millones de pesos mexicanos) por año. Y la plaga ya no afecta sólo a las grandes metrópolis, donde las mafias ya sienten que les falta espacio. Se ha introducido a gran velocidad en las pequeñas y medianas ciudades, así como en el campo. Y si las autoridades no consiguen detener el proceso, pronto habrá en el país más “puntos de deal” que kioscos de venta de tabaco. Por el momento, la relación es apenas de uno a cinco.
Este año fueron secuestradas cerca de 45 toneladas de cocaína, el doble que en 2023, según el director general de la Policía Nacional (DGPN). Más de un cuarto de la población carcelaria está detrás de las rejas por tráfico de droga y 40% de los menores presentados ante la Justicia lo son por esa razón.
El narcotráfico es la actividad responsable de 90% de los arreglos de cuentas en Francia: 418 personas fueron asesinadas o víctimas de intento de asesinato en 2023. Con frecuencia en la calle y en pleno día. El país ha dejado de contar los niños caídos en ese tremendo campo de batalla. Empleados por los gangs de la droga, los adolescentes son pagados para matar, como sucedió recientemente en Marsella, la gran ciudad portuaria en la costa mediterránea.
Gran puerto internacional históricamente gangrenado por el tráfico de droga, Marsella sigue siendo su epicentro en Francia. Allí reina, justamente, uno de los clanes criminales que controla la actividad: la autodenominada DZ Mafia. Su líder tiene 34 años y se llama Mehdi Laribi, o Tic, como lo conocen en su entorno. Responsable de 75% de los 49 narcohomicidios que ensangrentaron esa urbe en 2023, año récord, la DZ Mafia estaría en el origen de la mayoría de las 17 muertes contabilizadas desde enero de 2024. Riquísima y violenta, la organización extiende su influencia por el sur de Francia y dispondría de “sucursales” en Bruselas y en Ámsterdam.
Una “calca”
Ante la degradación de la situación, las autoridades han cambiado de lenguaje. Ya no se habla de “clan criminal”, sino de “cartelización del tráfico, calcado del modelo mexicano”, incluso de “deriva mafiosa”.
“Querer dominar un territorio, presentarse como un contrapoder del Estado en un video, reivindicarse como un grupo… son habitualmente las características de una mafia”, constata un magistrado.
Tic, que según fuentes policiales sigue dirigiendo la organización, se vio obligado a desaparecer. Hoy estaría en Argelia, después de una corta estadía en Dubái, ocupándose sobre todo del abastecimiento.
La DZ Mafia parece haber diversificado sus actividades. “Ahora se ocupa de establecimientos nocturnos, extorsiona comercios, amenaza a los cantantes de rap… Incluso hay intentos de aproximación política”, dicen. “La DZ Mafia es un cartel porque se trata de un acuerdo, una federación de asociaciones criminales que permite a otros obtener su parte”, señala un investigador a este medio. “Para combatir ese tipo de organización serán necesarios tiempo, energía y mucho, mucho dinero”. Con información de Redacción