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El médico francés Joël Le Scouarnec, acusado de haber violado a 299 pacientes, muchos de ellos menores de edad, reconoció durante su juicio en Francia que podía ser al mismo tiempo un "buen cirujano" y un "perverso que no tenía ningún remordimiento".
"Mi actividad de pederasta era una cosa y mi actividad profesional otra, y esta actividad de pederasta no tuvo repercusiones en mi actividad profesional", afirmó de pie ante el tribunal penal de Vannes, en el oeste de Francia.
"Para algunas personas es incomprensible (...) ¿Cómo puede uno ser cirujano y al mismo tiempo cometer actos de agresión contra algunos de sus pacientes?", se preguntó, asegurando después que "son dos cosas que se yuxtaponen".
"También fui ese cirujano que aprovechaba su estatus para abusar de niños" y mirar pornografía infantil durante la pausa del almuerzo en su oficina, admitió.
"Pensaron que era una buena persona y fui yo el que los traicionó", explicó en referencia a sus compañeros de trabajo de los cerca de quince hospitales del oeste de Francia, donde violó o agredió sexualmente a cientos pacientes entre 1989 y 2014.
Le Scouarnec está acusado de 111 violaciones y 189 agresiones sexuales cometidas entre 1989 y 2014, agravadas por el hecho de que abusó de su posición de médico y de que las víctimas eran a menudo menores de 15 años (256 de 299).
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