Chilpancingo.— Acapulco está en medio de una crisis más de violencia y, no cualquier violencia, es una extrema.
En los primeros ocho días de julio, 15 cadáveres desmembrados fueron hallados en calles del puerto. El último fin de semana mostró en su más amplia y terrorífica expresión la violencia: de viernes a domingo fueron despedazados nueve cuerpos y exhibidos en público.
Este nuevo repunte comenzó meses atrás y está mostrando nuevas formas de ejercer la violencia. La noche del 10 de junio, desde un dron lanzaron explosivos al zócalo de Acapulco. La plaza estaba llena de visitantes, pues había un espectáculo de payasos. Según la Fiscalía General del Estado (FGE) nueve personas resultaron heridas.
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Apenas el pasado domingo, desde un dron lanzaron dos granadas al cuartel de la Policía Estatal ubicado en la colonia Zapata. Antes habían atacado el tianguis en esa misma colonia.
Este nuevo brote desempolvó una vieja y terrorífica forma de asesinar: los desmembrados.
Ayer, en la conferencia que ofrece todas las mañanas el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció un aumento en los homicidios dolosos en Acapulco y anunció un reforzamiento de la seguridad en el puerto.
En la mañanera, el jefe del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional, el general Ricardo Trevilla Trejo, afirmó que esta nueva crisis de violencia se debe a la disputa entre dos organizaciones criminales.
De manera extraoficial se sabe que la disputa es entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Rusos. En los últimos días, en distintos puntos del puerto de Acapulco han aparecido lonas lanzando advertencia a Los Rusos firmadas por el CJNG.
Los desmembrados de los últimos días también han sido hallados con mensajes similares.
Ante esta nueva crisis, la alcaldesa de Acapulco, la morenista Abelina López Rodríguez, afirmó que fue rebasada en sus facultades.
“Me rebasa en facultades”, comentó la alcaldesa en declaraciones a reporteros de Guerrero.
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López Rodríguez fue consultada por la ola de asesinatos que azota a Acapulco. Afirmó que su gobierno sólo está facultado para prevenir delitos e infracciones.
Insistió en que el gobierno que preside sólo está facultado para prevenir los delitos e infraccionar a la gente que tira basura o que hace sus necesidades en la calle.
“Yo lo que creo es que cada quien debe de asumir lo que le toca. Quizá los más vulnerables siempre son los municipios, porque dicen: ‘Ah, es el alcalde’… es la fiscalía la que debe de realizar la investigación; los municipios no tenemos ese nivel de investigación, porque entonces que me permitan ser fiscal para que yo investigue. Se requiere que cada quien asuma lo que le toca y dejar de echarnos la culpa”, dijo la edil morenista López Rodríguez.
También se le consultó sobre la aparición de mantas el pasado fin de semana que supuestamente se las atribuye el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a lo que la alcaldesa comentó: “No se supone que la Fiscalía General de Justicia del Estado debe de tener información real; yo no la tengo. Uno las ve [las manatas] porque las comparten en las redes, por eso digo que cada quien debe asumir lo que le toca”.
En noviembre pasado, después del huracán Otis, López Obrador anunció que en Acapulco estarían de forma permanente 10 mil soldados de la Guardia Nacional (GN) haciendo labores de seguridad. Además de que se construirían 20 cuarteles de la corporación.
Desde entonces la Guardia Nacional está en Acapulco, su presencia es visible y la violencia, igual de visible.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, José Luis Smithers Jiménez, hizo un llamado a las autoridades para frenar los asesinatos.
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“Yo creo que se debe aplicar mano dura en todo y que la Guardia Nacional deje de estar de simple observadora, porque esto se está saliendo de las manos”, afirmó.
El empresario precisó que la delincuencia ya rebasó a las autoridades en todo el país. “Vemos que los de la Guardia Nacional sólo están de observadores y llegan a levantar cadáveres y hacer sus anotaciones.
“Yo sí estoy muy preocupado y asustado porque esto se está volviendo como una forma de vivir aquí en Acapulco y nada más es enterarse que se maten, y eso es muy triste, porque aquí están nuestros hijos”, dijo Smithers Jiménez.