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Washington.
Una corte federal de apelaciones de Estados Unidos escuchó este lunes los argumentos del abogado de Joaquín “El Chapo” Guzmán para la anulación de la condena que se le impuso y la repetición de su juicio, alegando principalmente que el que fuera capo narcotraficante fue tratado de forma inhumana durante su encarcelamiento e insistiendo que el jurado incumplió y violó la normativa que se le impuso, y por tanto su decisión no puede ser válida.
Más de dos años después de la fecha en la que se le impuso una condena de cadena perpetua y 30 años de cárcel al ser declarado culpable de diez delitos relacionados con el narcotráfico, el caso del Guzmán Loera llegó al segundo circuito de apelaciones, que escuchó durante casi dos horas argumentos tanto del abogado Marc Fernich, el experto en apelaciones contratado por el excapo, y la fiscalía estadounidense.
Desde hace más de un año, la defensa había presentado un documento de más de 245 páginas, con diez puntos en los que consideraba que se había vulnerado el derecho al Chapo a un juicio justo. “Si no hay justicia procesal para los supuestos peores entre nosotros, no puede haber ninguna para ninguno de nosotros, ni menos para los acusados falsamente”, empezó Fernich.
El abogado se centró solo en “dos errores principales” que requieren la “revocación” de la condena: el trato que recibiera en la cárcel antes y durante el juicio, y el explosivo reporte de Vice News en el que un miembro del jurado, amparado en el anonimato, aseguraba que había violado la regla de no consultar medios de comunicación ni redes sociales durante el proceso judicial.
“Por un lado, mete debajo de la alfombra el relato en profundidad y de primera mano en un informe publicado indiscutible de la impresionante mala conducta del jurado que impregnó el juicio de tres meses de Guzmán de principio a fin. Por otro lado, se impuso un conjunto incomparable de sofocantes restricciones a la defensa, incluido el confinamiento solitario indefinido antes de la condena en una mazmorra moderna”.
Empezó Fernich por este último punto, muy batallador e incluso enfrentándose al panel de jueces del tribunal, enzarzándose en una discusión en la que los jueces parecían mejor preparados que el letrado, o al menos convencidos de que con ese argumento la defensa no iba a ganar su intención de revertir la condena y repetir el juicio.
Las condiciones de reclusión del Chapo antes y durante el juicio fueron tema recurrente en las audiencias judiciales en la corte federal de Brooklyn donde se le enjuició, alegando por parte de la defensa la degeneración de las aptitudes y condiciones físicas del preso por las férreas condiciones de su aislamiento. Los jueces del tribunal de apelaciones parecieron tener poco interés en seguir debatiendo el tema, especialmente cuando en su opinión nada tuvieron que ver con la sentencia final contra el sinaloense.
Más interesante fue el debate sobre el artículo periodístico que dinamitó la fase final del juicio contra el Chapo: a finales de febrero de 2019, un jurado confesó al reportero Keegan Hamilton de Vice News que varios de los miembros del jurado violaron la ordenanza del juez del caso, Brian Cogan, de no consultar medios de comunicación, no informarse por redes sociales y no hablar entre ellos del juicio hasta las deliberaciones.
“Resulta que entre cinco y seis miembros del jurado se unieron y mintieron en la cara al juez en medio del juicio. Eso es algo que no podemos sacudir”, dijo Fernich, insistiendo en que fallaron a su juramento de cumplimiento de la normativa que se les impuso.
“¿Quién puede dejar esta nube de incertidumbre en un caso de esta magnitud?”, se preguntó Fernich, sobre el hecho de que el mal comportamiento del jurado pudiera haber afectado al resultado final y por tanto manchar la justicia del juicio, a pesar de que en el mismo proceso judicial se determinó que una presunta admisión de este tipo no es suficiente para repetir un proceso penal.
“No parece un mal argumento (para pedir revocar la sentencia)”, reconoció uno de los tres jueces del panel, que tendrá que decidir sobre si revertir o no la condena, o si es necesario repetir el juicio. No hay plazo específico para que tomen una decisión.
La fiscalía, ante esta declaración, usó los mismos argumentos que ya expresó por escrito y ante el juez federal del caso en Brooklyn para rebatir el argumentario de los defensores del Chapo: que el reporte tiene fuentes anónimas y no es más que “rumores y dobles rumores”, una información sin “evidencia competente” que además se resolvió durante el juicio en Nueva York con la resolución que no hacía falta una audiencia extraordinaria para investigar qué había pasado.
agv/lsm