Los creyentes del Niño Dios acudieron este fin de semana a buscar todo tipo de atuendos para vestirlos este 2 de febrero. Sin embargo, para muchos, ataviarlos con ropa no tradicional es no faltarles al respeto.
Y es que algunos de los atuendos solicitados fueron de uniformes de equipos de futbol, por lo que se veía al Niño Jesús con playeras del América, Cruz Azul y Pumas.
La señora Sandra Díaz llevaba imágenes de toda su familia, la canasta era grande y había de todos los tamaños. Ella no creía en el Niño Jesús, pero comenzó a tener fe y ahora en plena cuesta de enero, “de algún lado llega (dinero)”.
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“Si lo haces con fe, te ayuda. Cada año lo hemos visto, cuando no tenemos dinero en la cuesta de enero, de algún lado llega”, aseguró.
Comentó que las imágenes que llevaba consigo eran para sus hermanos, quienes también son sus compadres, y para su esposo.
Para ella depende de las creencias de las personas, para que decidan qué vestimenta ponerle.
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Dijo que vio que muchas personas pedían que los vistieran de otros santos, como el Santo Niño de Atocha, con su atuendo café. Pero También observó que hubo quienes pidieron vestirlos de futbolistas, lo que considera una falta de respeto.
Sandra pidió a los capitalinos que crean en el Niño Dios, pues a ella sí le ha ayudado bastante en sus plegarias.
Durante un recorrido de EL UNIVERSAL realizado por la calle de Talavera, en el Centro Histórico, zona dedicada a la venta de ropa para Niño Dios, registró alta afluencia de personas que buscaban atuendos e incluso reparaciones para sus figuras.
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Los locatarios refirieron que los meses de noviembre, diciembre y enero son los más fuertes para la venta de estos productos.
Además, varias personas realizaron reparaciones con delicadeza para dejar las piezas como nuevas. Este trabajo es uno de los más solicitados por los clientes.
Un mujer llegó con su imagen para que detallaran el rostro de su Niño Dios, y por este trabajo los comerciantes cobraban hasta 130 pesos.
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El trabajo comenzó, primero con un aerógrafo para cubrir las imperfecciones, y al último las pestañas; mientras, otros trabajaban con yeso para reparar dedos. La ropa, dependiendo el tamaño y modelo, iba desde los 120 pesos hasta 800 pesos.
También había venta de Niño Dios, incluso con oferta de 25%, para las figuras realizadas con yeso.
Entre las vestimentas destacaron las de profesiones como doctores, dentista, abogados, entre otros.