Luego del decomiso de productos apócrifos procedentes de China y la clausura de la plaza comercial conocida como Izazaga 89 en el Centro Histórico de la Ciudad de México, sobre esa misma calle y sus alrededores, en al menos 10 establecimientos se siguen ofertando artículos de origen asiático.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL, se constató que sobre la misma calle se localizan tres plazas comerciales que también venden productos chinos y otros locales también los ofertan e incluso parte de lo que se vendía en Izazaga 89. Todo esto en un tramo de 500 metros aproximadamente, pues contemplan Izazaga desde 5 de Febrero hasta Isabel la Católica.
“No se puede competir con ellos, cerraron esa y salieron 20 lugares más que venden lo mismo, lo mismito, y eso nos afecta porque terminamos comprando y vendiendo lo que los chinos traen”, comenta Ramiro, ambulante de la zona Centro que ahora, dice, ya no venden artesanías locales, sino productos chinos de temporada que rondan entre los 50 y 200 pesos, y que contemplan luces navideñas y esferas.
“Ahora ya todo es chino, ya dejamos de vender productos mexicanos o lo que hacen los artesanos, checa en todos lados de aquí y verás. Lo que deben hacer es, de plano, prohibir la entrada a esos productos”, dice otro comerciante. En la zona, un pantalón de mezclilla de origen chino cuesta 100 pesos.
Si bien la plaza Izazaga 89 al momento tiene sellos de clausura, a unos metros de ese mismo lugar se instaló —de un día a otro— una “minisucursal”.
Además, ahora los puestos fijos y semifijos de temporada también venden los productos chinos. “Es que es lo más barato, lo compramos aquí en el Centro a buen precio, las vendemos barato y aún así le ganamos”, dice un hombre que vendía gorros, “cuernos” para autos y luces navideñas en el cruce de Izazaga e Isabel la Católica.
“Nosotros vendemos ropa y pantalones de marca; tenemos ofertas y promociones, pero aun así no podemos competir con los productos chinos, traen mucha, mucha mercancía y le apuestan a la alta demanda. La gente luego no contempla la calidad, es obvio que les importa más el precio y sí, un producto chino cuesta mucho menos que una marca original pero el pantalón chino te dura 2-3 lavadas y ya, no da para más y vuelves a comprar otro”, afirma una vendedora de una tienda de ropa.
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