A un mes del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular y coordinador de asesores de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, respectivamente, todavía no hay detenidos por el crimen y la investigación se mantiene bajo secrecía por decisión de las autoridades.
Esta semana, la fiscal capitalina Bertha Alcalde indicó que no se fabricarán culpables y que se realiza una indagatoria exhaustiva, la cual requiere tiempo, y recordó que junto con las autoridades federales se decidió no dar a conocer los avances de la investigación.
El expediente, además de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la fiscalía capitalina, lo analiza e investiga personal cercano al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmaron fuentes cercanas.
El 20 de mayo, sobre calzada de Tlalpan, cerca del Metro Xola, un sicario disparó contra Ximena, quien estaba en su vehículo esperando a José para trasladarse a la sede del Gobierno capitalino, en el Zócalo.
Tras los hechos, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, afirmó que seguiría su lucha implacable contra la inseguridad en la capital.
De acuerdo con información consultada por este diario, entre las pesquisas que se realizaron para localizar a los cuatro sospechosos de haber participado en el crimen, agentes revisaron los vuelos que salieron ese día desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Sin embargo, no se hallaron similitudes.
Como parte del protocolo para ubicar a los responsables, la indagatoria se extendió hacia Morelos, Hidalgo, Puebla y Querétaro.
También se han revisado más de 200 horas de grabación de al menos 50 cámaras de vigilancia privadas y del C5.
La línea de investigación se mantiene sobre el hecho de que se trató de un asesinato planeado, en el que se usaron tres vehículos y se indagan la utilización de dos más.
En la motocicleta del sicario y el auto compacto azul que fueron abandonados por los agresores y asegurados por autoridades no han encontrado huellas dactilares.
De los involucrados en el doble homicidio, los agentes han establecido que cambiaron su complexión física para generar distracción. Quien disparó a las víctimas usaba un chaleco, una camisa y encima una sudadera, lo que hace parecer que su complexión es robusta.
A un mes del asesinato de Ximena y José, las autoridades capitalinas han solicitado la colaboración de fiscalías como las de Morelos, Oaxaca, Quintana Roo, Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas, y no se descarta que también se solicite intervención extranjera, principalmente en la zona sur del país, ya que otra de las hipótesis es que pudieron escapar por tierra hasta Chiapas y de ahí, refugiarse en Centroamérica.
Como parte de los trabajos de investigación se han entrevistado a trabajadores de las construcciones cercanas de donde ocurrió el crimen y de vecinos, esto con la finalidad de tratar de establecer un retrato hablado del agresor.
