Reponer las piezas o artículos de un vehículo que fue objeto de robo puede representar una diferencia de miles de pesos, si es que se adquieren en establecimientos regulados o se recurre al “mercado negro” o a las ofertas en línea.
Un faro de un Volkswagen Vento, ofertado como original, cuesta en negocios fijos alrededor de 5 mil pesos, mientras que en la colonia Doctores o en Facebook Marketplace se puede comprar en mil.
Una revisión realizada por EL UNIVERSAL arrojó que la computadora de un Nissan Versa o Sentra, en agencias automotrices se pueden encontrar hasta en 15 mil pesos, mientras que en Marketplace el precio oscila entre 5 mil a 7 mil, dependiendo del año de la unidad, la oferta incluye un anclaje “especial” que consta de una reja atornillada dentro del cofre del auto, para evitar que se la vuelvan a robar; la venta e instalación se hacen “a domicilio”.
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Los retrovisores de un Jetta con sensor de presencia, en agencia, los precios llegan a los 10 mil pesos cada uno; sólo la luna [espejo] cuesta alrededor de 2 mil pesos, mientras que en los comercios de la colonia Buenos Aires, en la alcaldía Cuauhtémoc, el mismo espejo se consigue en 200 pesos.
Si se opta por el kit completo, incluyendo la instalación, el precio es de 5 mil pesos. Ante esta diferencia de precios, es que los automovilistas recurren a la informalidad.
Encarecimiento
De acuerdo con el Inegi, el precio de las autopartes, accesorios y refacciones para vehículos se incrementó 2.6% en la primera quincena de marzo, en comparación con el mismo periodo de 2024.
Los acumuladores para autos se encarecieron 6.8% en la primera mitad de marzo y los neumáticos subieron 5.7%, ambos por arriba de la inflación, cuya tasa fue de 3.7% durante el mismo periodo.
En el caso de los neumáticos, se trata del mayor aumento de precio de los últimos dos años, concretamente desde la segunda quincena de abril de 2023.
El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, comentó que no tienen una estadística que les permita informar de forma precisa cuáles son las partes que más se están robando o si incluso hay un incremento en el delito.
Sus recomendaciones para evitar el robo de autopartes son: no estacionarse en los sitios de mayor incidencia delictiva, evitar dejar los vehículos en zonas oscuras, colocar cámaras de videovigilancia que capten el exterior de los edificios, domicilios y oficinas cuando los autos se queden fuera de la protección de un estacionamiento.
“La cobertura amplia del seguro es un mecanismo muy eficiente para proteger las finanzas personales, y en caso de tener un siniestro como robo de autopartes, disminuye el impacto negativo para las familias al reponer esos daños”.
Operativos
Con base en las carpetas de investigación iniciadas durante el año pasado ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ), en la alcaldía Cuauhtémoc mensualmente se abrieron 285 expedientes por el robo de autopartes, que van desde una luna, el espejo retrovisor, computadoras y las baterías; en Miguel Hidalgo son 275; en Benito Juárez, 270 eventos mensuales; Cuajimalpa cerró el año pasado son 250 denuncias; Coyoacán, 230, y Tlalpan, con 250.
Como parte de la estrategia de combate al robo de vehículos y autopartes, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ha logrado la desarticulación de por lo menos nueve centros dedicados a la venta de autopartes robadas, con un total de mil 237 toneladas aseguradas y la detención de 231 personas por el hurto de las piezas.
En diferentes acciones, y como parte de esta estrategia, la SSC ha dado con estos lugares a través de dos vías: denuncias que derivan en carpetas de investigación y órdenes de cateo, así como en revisiones encabezadas por el Instituto de Verificación Administrativa (Invea).
Tan sólo en estas labores de verificación se han asegurado 447.5 toneladas de autopartes, las cuales eran ofertadas a los clientes sin contar con la documentación correspondiente que acreditara su legal procedencia.
Las investigaciones de inteligencia lograron la identificación de los inmuebles ubicados en las alcaldías Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras e Iztacalco, donde se almacenaban y vendían piezas de vehículos que pudieran ser robadas o de procedencia ilícita.