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El desmantelamiento de siete aserraderos clandestinos en la zona de Huitzilac, Morelos, y en el Estado de México, en los límites con la capital del país, derivó en la quema de cuatro vehículos de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) y la Comisión Nacional Forestal y un bloqueo en el kilómetro 28 de la carretera México-Cuernavaca, en la zona de Topilejo, en la alcaldía Tlalpan.
Por lo anterior se reportó una intensa movilización de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Guardia Nacional.
Los hechos se registraron en respuesta a un operativo contra la tala clandestina en el que se clausuraron cuatro aserraderos en Huitzilac, Morelos, y tres más en un poblado del Estado de México que se ubica en los límites con la capital del país.
En su edición impresa de este domingo, EL UNIVERSAL dio cuenta de los operativos que autoridades capitalinas, en coordinación con fuerzas federales, mantienen en la zona conocida como “punto trino” donde convergen las tres entidades, para evitar la tala ilegal.
Autoridades de la Ciudad de México no participaron en el operativo que tuvo lugar la noche del martes; sin embargo, personal de la Guardia Nacional solicitó su apoyo para trasladar la madera que se aseguró en los aserraderos y resguardarla, por lo que se enviaron vehículos de Corenadr a la zona.
En entrevista con este diario, el secretario de Gobierno capitalino, Ricardo Ruiz, explicó que cuando se transportaba a la Ciudad las trazas de madera que fueron aseguradas, pobladores del municipio de Huitzilac impidieron que continuaran las acciones y comenzaron a incendiar los vehículos oficiales y llantas.
“Se estaba transportando a la Ciudad de México. Guardia Nacional pidió apoyo de Corenadr, se les prestó camionetas y algunas brigadas para que ayudaran a la transportación, porque el estado de Morelos no tenía; en eso estaban —el operativo se hizo el martes en la noche sin problemas y la mañana del miércoles continuaban con esta actividad— cuando un grupo de pobladores de Huitzilac llegó”, explicó.
Aunque en un inicio se dio a conocer que el bloqueo en la carretera libre México-Cuernavaca comenzó debido a que había personal de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural retenido en el municipio morelense, el secretario de Gobierno precisó que en realidad se corrió la voz de que se había retenido a los trabajadores, por lo que sus familiares pensaron que se encontraban en peligro y comenzaron el cierre de la autopista.
“Familiares de la gente de Corenadr, con información inexacta que empezó a correr, pensaron que estaban en peligro, se decía incluso que había balazos, lo cual es incorrecto, nunca hubo eso. Los trabajadores están fuera de peligro, nunca se les retuvo, ya están en la Ciudad de México”, afirmó Ruiz.
De acuerdo con testimonios en el lugar, habrían sido pobladores de Huitzilac quienes en respuesta al operativo para desmantelar los aserraderos rociaron siete bidones de gasolina y prendieron fuego en las unidades de la Corenadr, las cuales terminaron calcinadas.
Autoridades informaron que luego de esta acción se aseguró “una gran cantidad de madera”, alguna con hasta 50 años de vida y maquinaria. En la zona del Ajusco también se realizó otro operativo en el que aseguraron 29 polines cuando eran trasladados en el kilómetro 5.5 de la carretera Picacho-Ajusco.
Durante el operativo no se reportó la detención de ninguna persona relacionada con el delito de tala, ni hubo lesionados.
Hasta la tarde de ayer, las entradas y salidas al poblado de Huitzilac permanecieron tomadas por el Ejército. Nadie podía ingresar o salir debido a los retenes militares.
Ruiz aseveró que se seguirá con los operativos contra la tala clandestina para preservar esta zona boscosa del Valle de México, y afirmó que se mantiene en contacto con sus homólogos de Morelos y Estado de México para trabajar de manera conjunta.
Con información de Yara Silva y Justino Miranda