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Chimalhuacán, Méx.— Vivir a unos metros del río de La Compañía siempre ha sido peligroso, no sólo por los olores nauseabundos que despiden las aguas negras y los cadáveres que suelen abandonar en esa zona, casi inhóspita.
Ese cauce, además, es un riesgo constante para las familias que viven en la franja entre Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, porque utilizan puentes peatonales construidos provisionalmente, que llevan muchos años en funcionamiento y sin mantenimiento adecuado.
El pasado 2 de noviembre, una de esas estructuras, llamada Los Rosales —porque se encuentra a unos metros del panteón del mismo nombre— colapsó; 11 personas resultaron heridas. El puente fue retirado y se habilitó un espacio del puente vehicular que se encuentra al lado para que los transeúntes pudieran cruzar de Chimalhuacán a Ciudad Neza y viceversa.
Ese percance encendió los focos rojos pese a que los residentes habían reportado años atrás, a las autoridades locales, que el puente estaba en malas condiciones y que en cualquier momento se podría caer.
Al tratarse de un cauce federal le correspondería a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) atender el llamado, pero como está en el territorio mexiquense el gobierno estatal debería participar y al estar en el límite de Chimalhuacán y Neza les tocaría a los ayuntamientos, ninguno lo hizo, acusaron vecinos.
Sólo entre Neza y Chimalhuacán hay seis puentes peatonales que cruzan el río de La Compañía y están en riesgo de que les ocurra lo mismo que al de Los Rosales por falta de mantenimiento.
“Los puentes de carros, pues sí están bien hechos porque sí se ve, ya tienen muchos años, pero los puentes peatonales de plano los han abandonado, esos no tienen ni mantenimiento, no tienen seguridad, aquí está este, mira cómo está. (...) Está bien que seamos una zona marginal, pero de plano aquí se olvidan, (...) dicen le corresponde a Neza, le corresponde a Chimalhuacán y los pinches resultados ahí están, esto es un desmadre, ni uno ni otro se hace cargo”, acusó Ricardo Méndez, residente chimalhuaquense.
Ahora sí, revisan estructuras
Luego del colapso del puente peatonal Los Rosales, las autoridades decidieron cerrar los otros que se encuentran en ese tramo o restringir el paso de las motocicletas por el riesgo latente de que también puedan caerse.
La intención de los tres niveles de gobierno es revisar las condiciones en las que se encuentran las estructuras, pues todos se edificaron de manera ilegal, sin el consentimiento de la Conagua, según reveló la Coordinación de Protección Civil del gobierno del Estado de México.
Por la gran cantidad de gente que cruza de un lado a otro los propios vecinos decidieron abrir el de la calle Neftalí y el de Los Olivos, no obstante el peligro existente. El ayuntamiento de Chimalhuacán cerró de nueva cuenta el de Neftalí y mandó policías, así como elementos de Protección Civil para que vigilaran ese punto, donde acordonaron con cintas de plástico para evitar su uso.
Al de Los Olivos los mismos residentes le quitaron esas cintas de plástico para pasar por ahí. Hay una piedra enorme en la mitad del puente que está pandeado para que no crucen las motocicletas, aunque los ciclistas sí lo pueden hacer. Este viernes 10 de noviembre nuevamente fue clausurado.
“Es mucho (peligro), se siente, pasan carros pesados por aquí, el movimiento es fuerte, pues lo que cubre el puente está despegado y sí se siente miedo al pasar, a mí, al menos, sí me da miedo y luego ya está como colgado, se ve colgado el puente”, comentó Marisela Álvarez, vecina de Chimalhuacán.
A unos metros de ahí se encuentra otro puente peatonal, al que los habitantes llaman Los Olivos, que conecta a Chimalhuacán con unas fábricas del lado de Neza, pero ese ya no tiene barandales y presenta daños estructurales visibles: de cada lado se desprendió parte del cemento y es muy peligroso cruzarlo porque también está pandeado.
Los vecinos dicen que sólo lo utilizan los delincuentes que huyen de un lado a otro y varios bajo los efectos de las drogas o alcoholizados han caído a las aguas negras y se han ahogado, luego son arrastrados por la corriente.
El alcalde de Nezahualcóyotl, Adolfo Cerqueda, informó que le planteó a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, que el río de La Compañía sea embovedado.
La Coordinación de Protección Civil estatal reveló que serán dos nuevos puentes peatonales los que se construyan en ese franja, el que se cayó que será sustituido y otro en ese mismo tramo, además de rehabilitar los que tienen muchos años en funcionamiento.
Mantenimiento para todos
Los puentes peatonales de Chimalhuacán y Neza no son los únicos en mal estado. Ariel Juárez, director de la Junta Local de Caminos del gobierno del Estado de México, indicó que a cargo de esa dependencia hay 462 puentes peatonales, 372 vehiculares, 27 distribuidores viales y 15 puentes de ferrocarril; todos requieren mantenimiento, porque en muchos años no se les dio la atención necesaria y representan un peligro latente para la población.
“Hay muchos puentes que necesitan mantenimiento, apuntalamiento, unos que se van a tener que quitar, construir puentes nuevos. Vamos a mandar a hacer el diagnóstico (...)”, reconoció. Se prevé que los trabajos comiencen en 2024.
Hay uno en especial que le preocupa, el que se encuentra sobre el Periférico Norte, en el municipio de Naucalpan, a la altura de la Unidad Cuauhtémoc del IMSS, que requiere intervención inmediata.
El alcalde de Valle de Chalco, Armando García, también alertó que el puente peatonal de la “caseta vieja”, que cruza la autopista México-Puebla hacia Ixtapaluca, está en riesgo de caerse, pero el ayuntamiento no puede encargarse de repararlo porque está a cargo de Capufe.