“Sí estaríamos dispuestos a movernos a donde nos brinden la ayuda, pero hasta el momento no nos han dicho nada. Sí se escuchan rumores de que nos quieren reubicar, pero no ha venido nadie a decirnos”, indicó Janecarlo, venezolano que reside en uno de los campamentos para migrantes de la Ciudad de México.
El pasado 18 de diciembre, y en el marco del Día del Migrante, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció una estrategia de 10 acciones para garantizar su inclusión, entre las que figuran reubicar en espacios “dignos” a 3 mil extranjeros que viven en las calles —en un lapso de tres meses— y la creación de un área de atención integral, encabezada por Temístocles Villanueva.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Villanueva, comisionado para la Atención a la Movilidad Humana, explicó que el gobierno central está en proceso de generar estrategias para fortalecer los 13 albergues privados de organizaciones civiles que operan en la capital.
También se ampliarán los dos Centros de Asistencia e Integración Social (CAIS) exclusivos para migrantes, administrados por la Secretaría de Bienestar e Igualdad Social, además de instalar nuevos refugios por medio de convenios con grupos de la sociedad civil.
“Tenemos pláticas con dos organizaciones que tienen albergues sobre la posibilidad de que se amplíen, por lo que habría dos nuevos albergues operados por la sociedad civil y estamos en la idea de que la propia Secretaría de Gobierno tenga un albergue”, dijo.
Explicó que en este tipo de albergues se buscará garantizar necesidades básicas como lugares seguros para pernoctar, espacios con comedores y cocinas, servicios médicos y lugares para el aseo y la higiene.
Otra de las estrategias del gobierno será el otorgar formatos del “padrón de huéspedes”, que es un documento oficial de la Ciudad de México que se entrega a personas migrantes que residen en la capital.
Afirmó que a partir de febrero se espera un aumento considerable en la población migrante en la Ciudad de México debido a las deportaciones masivas que ha anunciado Donald Trump y a un posible cierre de la frontera con Estados Unidos.
“El día de hoy hay familias enteras que se están tratando de desplazar a la frontera antes de que llegue el gobierno de Trump, entonces hay una sensación de que están vacíos los campamento. desgraciadamente la expectativa es que a partir del 20 de enero la situación cambie radicalmente”, dijo Villanueva.
“Esperaría que sea mejor”
Migrantes afirmaron que no tienen conocimiento de estas acciones y no han sido contactados por el gobierno local, pero están dispuestos a ser reubicados en estos espacios.
“Hemos escuchado el rumor de que nos quieren sacar de aquí, pero no sabemos cuándo ni a dónde nos van a llevar”, indicó Rosa, migrante venezolana.
Durante un recorrido en el campamento ubicado en la parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad, en la alcaldía Venustiano Carranza, migrantes indicaron que aceptarían ser reubicados en espacios que garanticen servicios básicos como atención médica, higiene y sobre todo, seguridad.
“Eso ya es cosa de ellos, pero ¿qué esperaría uno? Comida, agua, techo, porque la vida aquí en el campamento es difícil, para bañarse, para hacer la necesidad, para todo se tiene que pagar y esperaría que en un refugio sea mejor”, manifestó otro de los migrantes.
Alejandro, también venezolano, preferiría quedarse a vivir en México y establecerse formalmente en lugar de acudir a un albergue.
“Donde hay paisanos siempre hay mucho problema, la situación es muy difícil. Estuve en un campamento en Panamá y es como llegar a un reclusorio, es una locura. Si en febrero no se me da la oportunidad de irme a Estados Unidos, preferiría quedarme a vivir en México, pero ya en un hogar y no en un albergue”, enfatizó.