Para Emiliano, guardar su celular y pertenencias para andar en las calles le ha resultado más factible ante los robos. Su experiencia en la alcaldía Iztacalco lo ha prevenido para no caminar con el teléfono en la mano, pues ha sido víctima de asalto en calles como Añil u otras en la colonia Granjas.
“Todo lo que es Añil, alejado de la alcaldía, Granjas, [también] pasando Churubusco, son zonas muy conflictivas”, dijo.
Evitar llevar cosas de valor ha sido el principal cambio de hábito entre la población de cinco alcaldías por temor a la delincuencia, se aprecia en los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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Durante el primer trimestre de 2024, Iztacalco, Magdalena Contreras, Gustavo A. Madero, Xochimilco y Tlalpan se posicionaron como las principales demarcaciones en donde la población de 18 años y más reportó este tipo de conductas.
En menor medida figuran caminar de noche en alrededores de su vivienda y permitir que menores salgan de su hogar.
En una revisión realizada por EL UNIVERSAL, se encontró que 68% de los habitantes de Iztacalco dijeron haber cambiado de hábitos, como no llevar consigo cosas de valor. Le sigue Magdalena Contreras, con 65.6%; Xochimilco, 61.9%; Tlalpan, 61.8%, y Gustavo A. Madero, 60.6%.
Durante un recorrido por calles de Iztacalco, no sólo Emiliano dijo estar prevenido de esta manera, también Bianca, estudiante de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas IPN (UPIICSA), contó que prefiere guardar sus pertenencias en su bolsa de mano, que traerlas a la vista. Refirió que ha ocurrido que a sus compañeros los siguen desde afuera del campus y al cruzar la calle los asaltan.
Según los datos, 224 mil 711 personas encuestadas por el Inegi refirieron este mismo cambio de hábito, y en segundo lugar, caminar de noche en alrededores de su hogar.
Para la realización de la ENSU, el instituto entrevistó a 300 familias distribuidas en las 16 alcaldías, dividiéndolas por regiones.
La región norte, conformada por Gustavo A. Madero, Iztacalco, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, prevaleció como cambio de hábito por temor a la delincuencia llevar cosas de valor.
Gustavo A. Madero registra como principales cambios de hábito llevar cosas de valor, con 60.6%, y permitir que menores salgan de su vivienda, 58%. En Iztacalco ambas prácticas arrojaron 68.9% y 55.6%, respectivamente.
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En Venustiano Carranza, 59.5% también refirió evitar llevar cosas de valor y permitir que menores salgan de su vivienda, 49.6%. Mientras que en Cuauhtémoc, llevar cosas de valor, con 44.6% y caminar de noche en los alrededores de su vivienda, con 36.9%.
En la región sur, Benito Juárez, la alcaldía con mejor percepción de seguridad, cambió de hábitos como llevar cosas de valor, con 43.6%, y caminar de noche en alrededores de su vivienda, con 35.1%.
En Coyoacán 57.3% evita llevar cosas de valor y 42.2% no permite que menores salgan de su vivienda. Magdalena Contreras registró 65.6% en no portar cosas de valor y caminar de noche en alrededores de su vivienda, 57.6%.
En Tlalpan, llevar cosas de valor registró 61.8% y la población refirió como segundo cambio de hábito, permitir que los menores salgan de su vivienda, con 52%.
En la zona oriente, conformada por Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco, también prevalece como principal cambio llevar cosas de valor, seguido de permitir que menores salgan de su vivienda.
En este sentido, Iztapalapa registró hasta marzo de 2024, 58.9% de llevar cosas de valor y 48.3% permitir que menores salgan de su vivienda. En tanto que Milpa Alta y Tláhuac señalaron que cambiaron de hábito llevar cosas de valor 54% y 56.2%, cada uno respectivamente.
Mientras que en Xochimilco, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, respondieron a los encuestadores que no llevan cosas de valor 61.9% y 57% permitir que menores salgan de su vivienda.
En la región poniente se encuentran las alcaldías Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo.
La población de 18 años y más en Álvaro Obregón refirió que el cambio de hábito fue llevar cosas de valor, con 57.5%, y como segundo lugar, caminar de noche en alrededores de su vivienda, con 38.8%.
Azcapotzalco también se colocó como primer lugar en llevar cosas de valor, con 49.4%, mientras que permitir que menores salgan, con 46.3%.
La alcaldía Cuajimalpa, a pesar de ser una de las que mejor percepción tienen en la capital, colocan en primer lugar llevar cosas de valor, con 34.1%, y permitir que mejores salgan, 33.2%.
En el cierre de esta región, Miguel Hidalgo colocó en primer lugar llevar cosas de valor, con 49.8%.
Percepción no revela impacto delincuencial
Para el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y director del Instituto de Estudios Criminológicos Transdisciplinarios (Iecrimt), Daniel Cunjama, es importante que se plantee que la percepción de inseguridad entre las población no representa el impacto real de los delitos.
Esto, explicó, toda vez que la percepción que generan las personas se alimenta de diferentes fuentes, no únicamente de las experiencias vividas frente a la delincuencia, es decir, que sean víctimas de un robo u otro delito.
“La percepción se construye a partir de la información que dan los medios de comunicación, de las experiencias que tienen las personas [con la delincuencia], y por otro lado, lo que la gente allegada a las personas les comenta”, aseguró.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el también académico de la UNAM comentó que hay una cifra negra importante que se ha mantenido con el tiempo, con ligeras modificaciones porcentuales, que dejan ver que ambos factores, percepción y comisión del delito, tienen impactos diferentes.
Dijo que hay una falta de correspondencia entre la percepción de seguridad por determinadas zonas, es decir, “no es lo mismo lo que pasa en Iztapalapa que lo que pasa en la Benito Juárez”.
“La percepción es distinta, es algo paradójico, porque muchas veces las personas que habitan un lugar, que tradicionalmente es inseguro, se sienten [ellos] seguros, ¿por qué ocurre esto?, porque naturalizan un poco la violencia. Entonces viene otra persona allí y se siente inseguro”, explicó Cunjama.
Al preguntarle si la medición de la percepción de inseguridad es buena para trazar estrategias de seguridad o políticas en la materia, el especialista respondió que sí, pero “como diseñador de políticas públicas, no puedes actuar sólo con lo que la gente dice”.
“Fíjate, qué interesante, la percepción del delito también se puede construir en zonas en donde no necesariamente son de alto índice delictivo”, comentó.
El académico aseguró que en la capital del país la estrategia de seguridad ha sido fundamental para atacar la incidencia y percepción, que en otras entidades.
“El sistema de información policial que tiene la Ciudad de México es uno de los más avanzados que tiene México y Latinoamérica, con el uso del Comsat, que arroja las coordenadas de donde ocurre el delito. Entonces, esto da una estrategia policial muchísimo más focalizada”, concluyó Daniel Cunjama.