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En la zona boscosa de Tlalpan hace falta más acción de inteligencia y mayor presencia para inhibir la tala clandestina que continúa afectando algunos parajes del sur de la Ciudad de México, señaló Alfredo Reyes García, encargado de despacho de la alcaldía.
En entrevista con EL UNIVERSAL, consideró que también se requiere trabajar de manera coordinada con la comunidad, ya que son ellos quienes saben cuáles son los caminos por los que entran o salen los talamontes o cómo cerrarlos.
En esta alcaldía son dos los frentes que se deben combatir: uno en la colindancia de Topilejo, Morelos; y el otro en la colindancia del Ajusco, Estado de México.
“En la zona hace falta una acción de inteligencia, ya que hay vehículos que están en la zona que necesariamente tienen que cargar combustible, entonces habría que poner ahí un cerco para poder detectar qué vehículos entran y salen de la zona en donde se está destinando a la tala. Entiendo que lo más complicado son los vehículos que están en la colindancia con Morelos porque es una zona muy grande en donde hay diferentes alternativas, pero sí se requiere, sin duda, mayor presencia”, dijo.
El funcionario explicó que incluso con los operativos que ha realizado el Gobierno de la Ciudad de México, así como las modificaciones al Código Penal para aumentar las sanciones a quienes cometen el delito de tala, los comuneros “se siguen quejando de que aún existe la tala clandestina”.
Además de que las capturas que se han hecho son de vehículos con trozos de madera, es decir, se detiene una vez que ya se cometió el delito, sin que se logre inhibir.
“Tenemos contacto con la comunidad, y la verdad es que ellos se siguen quejando de que sigue existiendo la tala clandestina, y las detenciones lamentablemente son de algunos vehículos con trozos, ya cuando ya fueron talados los árboles. Las detenciones que hemos visto desde que [iniciaron] estas acciones se han resumido a algunos vehículos con trozos, con árboles ya talados. Ese ha sido el resultado, lo ideal es poder inhibir la tala, es decir, que no pudieran estar derribando los árboles”, precisó.
Reyes García dijo que las autoridades locales han denunciado la tala clandestina, lo mismo que el huachicoleo de agua.
“Hay un manantial en la parte más alta del Ajusco de donde sale un ducto que va bajando hacia los pueblos y este ha sido intervenido: conectan clandestinamente mangueras para extraer el líquido, llenar tripas y venderlas. Estos son los dos grandes problemas que tenemos y que hemos estado denunciando y, sobre todo, asesorando a la comunidad, porque ellos se quejan profundamente de esto”.
Explicó que desde la alcaldía se ha convocado a reuniones con autoridades federales y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en las que ha estado la comunidad afectada “para avanzar”.
Este lunes, esta casa editorial dio a conocer que se ha identificado que el Cártel de Tláhuac y Don Agus son las dos organizaciones criminales que controlan la tala ilegal en Milpa Alta y Tlalpan.