“Los capitanes de esta institución de Ollin Cuauhtémoc me lo golpearon horriblemente, me lo entregaron muerto”, explicó Isaías Torbellín Guadarrama, abuelo de Erick, un menor de edad que perdió la vida durante un campamento organizado por la escuela secundaria militarizada en el estado de Morelos el pasado 25 de abril.

“Mi niño portaba con mucho orgullo su trajecito, soñaba con ser militar y, por una novatada, le arrebataron su vida”, agregó el señor Torbellín.

De acuerdo con la versión del abuelo, fue el pasado jueves cuando Erick, junto con sus compañeros, se dirigió a un campamento de adiestramiento militar en el estado de Morelos, donde permanecerían durante el fin de semana. Ahí, durante esa noche, recibió la primera agresión física cuando fue sacado a la fuerza de su tienda de acampar.

En el lugar realizaron una dinámica de bienvenida conocida como "novatada", donde presuntamente fue golpeado por los docentes en varias ocasiones.

“Fue golpeado por el sargento y dos capitanes, mientras que sus compañeros veían las agresiones. Ya estaba muerto cerca de las nueve de la mañana del viernes”, declaró el señor Isaías.

Fue el viernes 25 de abril, cerca de las diez de la mañana, cuando nuevamente fue golpeado por los asistentes al campamento, momento en que, de acuerdo con el señor Torbellín, quedó inconsciente y fue arrastrado por el cerro. Esa misma tarde, la familia Torbellín recibió una llamada de los encargados de la institución educativa, donde informaban que su hijo habría recibido un golpe de calor, por lo que requerían su presencia en el plantel, en la alcaldía Cuauhtémoc.

Desde la primera hora de este lunes, los familiares del joven de 13 años se reunieron con los demás padres de familia de la escuela Ollin Cuauhtémoc, ubicada en el número 181 de la calle Doctor Mariano Arzuela, en la colonia Santa María la Ribera, para realizar una manifestación y posteriormente dirigirse a la alcaldía Cuauhtémoc para rendir declaraciones por otros presuntos abusos contra los jóvenes estudiantes.

Mientras esto ocurría, el abuelo de Erick, el señor Isaías, colocó su vehículo particular frente a la entrada de la escuela para impedir que trabajadores retiraran mobiliario.

“Los vecinos nos dijeron que están ocupando las madrugadas para sacar las cosas. Los responsables por la muerte de mi niño, yo creo, se dieron a la fuga”, finalizó el señor Torbellín.

La institución educativa permanece cerrada, mientras que en la entrada principal se encuentra un citatorio por parte de la alcaldía Cuauhtémoc, con el número de expediente ACUH/DGG/sur/_IVE/OV/E14/0700/2025.

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