“Mi fe y mi devoción es más fuerte que el cansancio y la lluvia, lo hago cada año para agradecer a la mamita María”, dijo Andrea Reyna Barrera peregrina mexiquense.
Más de 50 mil feligreses procedentes de la arquidiócesis de Toluca, Estado de México, arribaron a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México en su peregrinación anual.
La ligera llovizna no fue impedimento para Andrea de 46 años de edad y quien radica en el municipio de Metepec, Estado de México, quien desde hace ocho años realiza una peregrinación al templo mariano para dar gracias a los favores que le otorga la Virgen morena.
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“Hubo muchísima gente, pero yo creo que no hay impedimento que no deje que lleguemos hasta aquí para agradecerle a mamita María, porque somos creyentes y a pesar de que llueve, truene y relampaguee estamos aquí”, agregó Reyna.
En entrevista para esta casa editorial, Andrea contó que este año percibió el aumento de los devotos que se unieron a la peregrinación anual, quienes se reunieron en el Mercado 16 de septiembre para partir en conjunto a la capital mexicana.
Narra que durante el trayecto se entonaban rezos, cantos católicos y hasta baile, esto mientras la penumbra de la noche caía sobre la autopista México-Toluca, y siendo un faro de luz la imagen de la Virgen de Guadalupe adornada con flores que los guiaba en su camino.
“Soy madre soltera, y le pedí a mi mamita María que me apoyara con los quince años de mi hija, era un compromiso entre las tres y por fin lo cumplimos”, finalizó la feligrés Andrea Barrera.
A pesar de las condiciones meteorológicas, los miles de fieles católicos llegaron a primera hora de este miércoles 19 de febrero, mismos que realizaron su caminata desde las tierras mexiquenses para dar gracias a la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac en la alcaldía Gustavo A. Madero.
El recorrido congregó un aproximado de 50 mil personas de acuerdo a datos preliminares de Protección Civil de la mencionada demarcación, con algunos reportes de feligreses lastimados de las plantas de los pies y cuadros de deshidratación.
Con lonas y casas de campaña los creyentes acamparon durante la noche del martes para celebrar una misa al medio día para agradecer a la virgen las bendiciones que les otorga.
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