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María Salud es una de las 31 personas que perdió la vida tras la explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa hace un mes. Sus hijos la recuerdan como un legado de fortaleza, libertad y amor.
En los nueve días que la mujer de 59 años estuvo hospitalizada, no perdieron la esperanza de que saliera adelante una vez más.
“No se fue una víctima, se fue una guerrera que vivió cada segundo con plenitud y valentía. Su partida deja un vacío imposible de llenar, pero su vida es una lección imborrable. Fue y siempre será la mujer ejemplo”, así la describe su hija Nancy.
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Los hijos de María Salud consideran que la fortaleza de su mamá estaba en su capacidad para enfrentar adversidades y brindar los mejores consejos.
“Quienes la conocieron hablan de una entereza que no distinguía entre lo físico y lo emocional. Era capaz de cargar con el peso del mundo sobre sus hombros y, al mismo tiempo, ofrecer el consejo exacto”, asegura Nancy.
A María Salud le gustaba viajar en su motoneta, estos paseos eran muestra de su libertad.
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“Verla partir a hacer sus compras, con una sonrisa y una determinación envidiable, era ser testigo de una mujer feliz, dueña de su tiempo y sus caminos. Una mujer que nunca tuvo miedo de salir a conquistar su día a día”, recuerda Nancy.
Madre de tres hijos y abuela de tres nietos, su familia indica que transmitía amor a sus seres queridos de varias formas, pero una especial era mediante la cocina.
“El corazón de su hogar latía en la cocina. No había celebración, cumpleaños, Navidad o cualquier pretexto para reunirse que no estuviera impregnado del aroma de sus platillos. Cocinar para su familia no era una obligación, era su lenguaje de amor. Cada plato era un ‘te quiero’, una bendición”, recuerda Nancy.
María Salud fue alcanzada por las llamas en el Puente de la Concordia el 10 de septiembre, cuando explotó la pipa. Ella iba en un microbús, volvía de ayudar en el negocio de Nancy, en el Estado de México, y se dirigía a su casa en Iztapalapa.
Tras varios días en el Hospital General Rubén Leñero, María Salud falleció el 19 de septiembre. “Mi mamá estuvo en el lugar equivocado, en el momento equivocado”, lamenta su hijo Francisco.