“Me hago la cada año porque tengo quistes, no son malos, pero hay que vigilarlos”, cuenta Leticia Morales, una capitalina quien considera que realizarse este estudio una vez al año es un acto de “responsabilidad” y cariño hacia una misma.

Más que prevención, la mastografía ayuda a la detección oportuna del —principal causa de muerte entre mujeres mayores de 25 años en la —, lo que ayuda a dar tratamiento a tiempo y salvar vidas, coinciden expertas y ciudadanas.

Poco antes de las 08:00 de la mañana, más de una decena de mujeres de 40 años en adelante comienzan a hacer fila para ser atendidas en una unidad móvil de la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM) que se ubica a un costado del Mercado Ajusco Montserrat —conocido popularmente como La Bola— en la alcaldía Coyoacán.

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En el marco del Día de la Lucha contra el Cáncer de Mama —que se conmemora cada 19 de octubre—, esta demarcación se suma a los esfuerzos para detectar a tiempo esta enfermedad, con una campaña que contempla realizar hasta mil 200 mastografías gratuitas, en apoyo con FUCAM.

En cada jornada se realizan hasta 60 estudios de este tipo, de forma gratuita, en los módulos itinerantes que se instalan en distintas colonias de la demarcación y que las capitalinas aprovechan “no nada más porque es gratuito, sino porque hay que hacerse la mastografía, yo le diría a todas las mujeres de más de 40 [años] que se la hagan, que se chequen, que así como cuidamos de otros, de hijos, de parejas, aprendamos también a cuidar de nosotras mismas. Hacerse la mastografía es una forma de quererme a mí misma”, señala la usuaria.

Hablar de mastografía no es hablar de prevención, sino de detección oportuna del cáncer de mama, señala a EL UNIVERSAL Hilda Vences Vázquez, directora de Unidades Móviles de FUCAM.

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“Este servicio en unidades móviles es un servicio que nosotros le llamamos mastografía de pesquisa, que se trata de ir en ciertas comunidades, en ciertas organizaciones, identificando a mujeres mayores de 40 años que puedan tener este padecimiento”, señala.

Explica que la mastografía detecta algún padecimiento en etapas muy tempranas, antes de que sea visible, lo que permite brindar tratamientos menos agresivos y costosos para las pacientes, y mayor posibilidad de vida para las mujeres.

“Tenemos presencia con unidades móviles en diferentes partes de la Ciudad, son normalmente patrocinadas —en este caso por la alcaldía Coyoacán— por organizaciones que también se involucran en el proceso para hacer los estudios. El estudio se efectúa y el resultado le llega a cada una de las pacientes 21 días hábiles después de haberlo hecho, por medio de su correo electrónico”, indica.

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“Estas campañas, que se hacen sobre todo en octubre, tienen un impacto bien importante, porque empiezan a hacer conciencia, pero la verdad es que no es suficiente. Este mensaje necesita ser constante, necesitamos tenerlo todo el año”, advierte Hilda Vences.

Magdalena, una vecina de la colonia Ajusco, recién cumplió 40 años, por lo que está a punto de entrar a la unidad móvil para realizarse la primera mastografía de su vida. Aunque “está nerviosa” porque no sabe a qué se enfrentará, se dice contenta pues “es importante para que nos detecten si no tenemos algo”.

Cada año, la mujer también acude al ginecólogo y se realiza su papanicolau, por eso recomienda a otras mujeres checarse. “Primero está nuestra salud, no hay que dejarla al último —ahorita esto es gratuito y me parece muy bien—, nos debemos dar un tiempo, revisar y que se detecte a tiempo”, dice.

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Mastografías y autoexploración

El cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres de más de 25 años en la Ciudad y se trata del cáncer más frecuente en mujeres en México y el mundo, señala en entrevista con esta casa editorial Nadine Gasman Zylbermann, secretaria de Salud capitalina.

Aunque no puede prevenirse, detectarlo a tiempo “hace una gran diferencia”, porque si se diagnóstica y se trata, existe 90% de posibilidad de curación.

“Tenemos una enfermedad muy frecuente que podemos hacer que se cure y eso no lo podemos decir de todos los cánceres, por eso es tan importante crear conciencia, hablar del tema, asegurar que tenemos una estrategia en la que, desde jóvenes, las mujeres empiecen a conocer su cuerpo en general, y sus mamas en particular”, explica.

Gasman Zylbermann señala que hacerse una mastografía “es realmente el método más efectivo” para el diagnóstico de cáncer de mama; la recomendación es hacerse este estudio entre los 40 y 64 años. No obstante, hay que hacer conciencia entre las mujeres desde que son jóvenes. Es esencial que a partir de los 20 años las mujeres exploren sus mamas una vez al mes de manera consciente, con un método que permita conocer su tejido, de tal forma que se pueda detectar una bolita, engrosamiento o cualquier cambio que pueda ser signo de alerta.

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A partir de los 25 años, además de hacerse esta autoexploración, se debe acudir con un profesional de la salud para que hagan una exploración clínica, y luego, a partir de los 40, la mastografía.

Gasman Zylbermann recordó el compromiso que hizo la actual administración hace un año, precisamente en el marco del mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama para adquirir 100 mastógrafos nuevos; precisó que en este año se adquirieron 20 mastógrafos móviles, de los cuales ocho ya están operando por toda la Ciudad. El resto llegarán en lo que concluye el año. “Estos mastógrafos móviles son muy importantes porque queremos tener una campaña donde las mujeres entre 50 y 64 años, que nunca se han hecho una mastografía, puedan hacérsela”, dice.

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