Para Leobardo López Ortiz, quien representará por quinta ocasión a Jesús de Nazaret en la Semana Santa en la alcaldía Cuajimalpa, su papel es una bendición, pero también un “compromiso muy fuerte” al tratarse del personaje principal de la obra.
En la Parroquia de San Pedro Apóstol, en el centro de la demarcación, el hombre de 39 años se alista con una túnica de color blanco y sandalias, mismas que portará en la 112 representación de la vida y muerte de Jesús en Cuajimalpa.
Cuando se le pregunta cuáles son las cualidades que requiere una persona para representar a Jesús, Leobardo responde que se necesita valor, pero también la edad, por el esfuerzo que se requiere. No es una tarea sencilla: darle vida a su personaje conlleva aprenderse de memoria los diálogos contenidos en 57 páginas.
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“Lo más difícil es tener este compromiso tan fuerte, porque es el principal personaje de la obra y cae sobre uno la responsabilidad de toda la obra, si yo estoy mal, obviamente toda la obra está mal”.
Este año será el quinto en que representará a Jesús desde 2019 —sin contar los dos años de pandemia en que se suspendió el evento— y desde entonces ha cargado la misma cruz: con un peso de 90 kilos. Cuenta que él alcanza a cargar hasta 75 kilos, pero arrastra los 90 que pesa la cruz de madera en la que se escenificará la crucifixión.
“Vengo participando cinco años, este es mi quinto año, dos de pandemia, prácticamente estamos hablando de siete años. Es la misma cruz que voy a utilizar este año desde 2019”, dice.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, Leobardo comenta que ha participado en el viacrucis desde los nueve años.
“Me animé a participar de fe por mi abuelito, me insistía en que yo saliera de Judas de los paganos, (...) pero ya conforme pasaron los ensayos me fue gustando también la vida de Jesús y ahí fue cuando también me surgió que un día yo quería salir de Jesús”, relata.
En la oficina del Grupo Parroquial de Semana Santa San Pedro Apóstol Cuajimalpa, Leobardo se coloca pegamento especial en la barbilla para colocarse la barba característica de Jesús; su esposa, quien este año lo ha estado acompañando en todo momento, le ayuda para colocarse la peluca de cabello rizado. Junto a él también están sus dos pequeños, de 10 y seis años, quienes alegres afirman que este año serán parte del pueblo durante la obra.