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En compañía de la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, y de Cuauhtémoc Cárdenas, el Jefe de Gobierno, Martí Batres, encabezó la ceremonia de Conmemoración del 85 Aniversario del Exilio Español, en el Salón de Cabildos, del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde el mandatario anunció un plan para la construcción de un memorial en honor a dicho suceso histórico.
“Hemos iniciado un procedimiento para buscar la compra, adquisición o expropiación del inmueble que fue la sede de la República Española en México, ubicado en la Calle Londres, número siete, esquina con Roma, Colonia Juárez, para construir ahí un sitio de memoria histórica”, precisó Batres.
Expuso que tal acontecimiento abonó a la diplomacia y cultura de México, y representa una hazaña humanitaria y herencia intelectual, así como la de un proyecto con el que el México cardenista se identificó.
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“En el México del presidente Lázaro Cárdenas, se repartía la tierra a los campesinos, se recuperaban los recursos naturales, como el petróleo para la nación, se fundaban instituciones educativas, como el Instituto Politécnico Nacional, normales rurales, escuelas primarias, secundarias, internados, se aumentaba el salario a los trabajadores y se alentaba la organización de obreros, campesinos y clases populares. Había libertades y democracia también. Y la España republicana entrañaba, por su parte, lo más avanzado de Europa, lo más progresista, lo más libertario, lo más avanzado”, refirió Batres.
En ese sentido, Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del expresidente, destacó que el Gobierno mexicano no acogió a los exiliados por motivos humanistas, sino que también lo hizo para cumplir de forma estricta los compromisos internacionales que se habían suscrito y que cuando se incumplen, señaló, es en detrimento de los más débiles.
“Es importante señalar que en el exilio republicano llegó gente de toda condición y gente dedicada a muy distintas actividades; destacan, sin duda alguna, los científicos, los profesionales que enriquecieron, entre otras cosas, nuestra vida universitaria, pero llegó mucha gente a trabajar al campo, a los talleres”, señaló Cárdenas.
A su vez, la secretaria de Relaciones Exteriores, enfatizó que la llegada de los exiliados al territorio significó el aprendizaje de México como un país asilante y acogedor; además de traer conocimientos artísticos y culturales.
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