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Con misa, orquesta, danza, cohetes y comida, el pueblo de La Candelaria, en la alcaldía Coyoacán, festejó a la Virgen de la Candelaria este viernes; las actividades se extenderán hasta la siguiente semana.
Desde la entrada del pueblo sobre avenida División del Norte está la feria, y una vez se adentra en las calles, un pasaje de comida, frituras y bebida recibe a los visitantes.
La gente del pueblo salió para recorrer sus calles, ver la danza de chinelos y para llevar a bendecir al niño Dios a la iglesia.
La Virgen de la Candelaria salió de la iglesia en brazos de feligreses hasta el centro de la plazuela del pueblo. A su alrededor se desarrollaba la fiesta por “la patrona”.
La banda comenzó a tocar para que los chinelos de Santa Úrsula, otro pueblo tradicional, danzaran alrededor de ella. Previo a su salida, durante varios minutos se hicieron sonar las campanas para llamar a su gente, que se rehúsa a perder esta tradición.
Por la mañana se regalaron cerca de 2 mil tamales, luego se realizó la bendición de los niños Dios.
El pueblo estaba de fiesta: carnaval, música, orquestas y bandas tradicionales para seguir festejando.
Para unos, esta festividad tiene más de 200 años, para otros, significa no perder las costumbres de los pueblos tradicionales de la Ciudad de México.
“Es una tradición como de 200 años, yo tenía seis años, y desde mis abuelos ya traían este tipo de orquesta [música clásica] y hacían infinidad de cosas para que se viera bien esta fiesta”, expresó Noé Luna, encargado de traer la orquesta.
Él desde pequeño ha acudido a la fiesta de este pueblo tradicional en Coyoacán.
Carnitas, barbacoa, quesadillas, refrescos preparados, entre otras cosas era lo se podía encontrar en esta festividad.
Víctor Ariel es un joven que busca que la tradición del chinelo no se pierda, por eso se sumó a un colectivo de danzantes que vienen del pueblo de Santa Úrsula para bailar en La Candelaria.
“La Virgen de la Candelaria representa a muchos de los pueblos de Coyoacán, nosotros vamos a hacer la danza del chinelo, proveniente de Morelos, para festejar a la patrona”, añadió.
Cuando fue su oportunidad de danzar, él y sus compañeros lo hicieron en medio de un sol que golpeaba a plomo a todos los que se congregaron.
Mientras, en otras zonas, la gente ya paseaba con una cerveza en mano, un helado, o en familia para disfrutar de esta festividad, que por azares tocó en viernes.