A mediodía una pareja cruzaba por el paso peatonal de Eje Central Lázaro Cárdenas y avenida Juárez, cuando un hombre acompañado de una mujer, a bordo de una bicimoto, los empujó aun con el semáforo en rojo, lo que desató una pelea.
Los peatones no escucharon cuando el conductor se acercaba, debido a que el motor del vehículo, que puede alcanzar los 40 kilómetros por hora, es casi imperceptible, si no fuera por un pequeño silbido que se pierde entre los cláxones y el bullicio del Centro Histórico.
Segundos después, dos comerciantes a bordo de bicimotos cruzaron, aun con el semáforo en el alto, por la cebra peatonal.
Sin casco, ni rodilleras o coderas, uno de ellos aceleró entre los peatones, quienes únicamente se hacían a un lado para dejarlos pasar; mientras el otro optó por evadirlos y salirse en sentido contrario a avenida Juárez.
En las esquinas, adelante de los carros, y en sentido contrario, al menos seis conductores de estos vehículos eléctricos esperaban a que el semáforo cambiara a verde.
Apenas se puso el siga, uno de ellos aprovechó que los automovilistas iban arrancando, para acelerar y pasar de un extremo a otro, esquivando cuatro carros, uno de los cuales adelantó su paso.
“¡Fíjate!”, le gritó el automovilista al conductor de la bicimoto, al mismo tiempo que hacía sonar su claxon y se reincorporaba del frenón.
El carril confinado para el Trolebús sobre el Eje Central prácticamente es invadido por estas unidades. Las choferes del transporte no dejan de tocar el claxon para que les permitan el paso.