Con mucha destreza, don Joaquín Sarabia gira una matraca de avioncito tallado en madera que, con su colorido blanco, verde y rojo, alude a la bandera mexicana mientras con un característico “pásele, pásele”, entre los peatones oferta sus juguetes tradicionales, una opción más para divertirse y celebrar las próximas fiestas patrias.
En su pequeño puesto ubicado frente a las ruinas del Templo Mayor, a un costado de la Catedral Metropolitana, en el Centro Histórico de la CDMX, el artesano despliega unas cuantas matracas con la imagen de unos “charritos” de la Revolución, así como banderas y aviones con los colores patrióticos. Dentro de su variada oferta, también promueve baleros, pirinolas, dados y figuritas de madera para que capitalinos y turistas festejen el Grito de Independencia el próximo 15 de septiembre.
Don Joaquín le impregna “pura pasión y amor” a las figurillas talladas en madera, pues aprendió el oficio de su padre cuando era solo un niño y nunca imaginó que sería su fuente de ingresos por más de 50 años.
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El artesano ofrece una amplia variedad de juguetes tradicionales que van cambiando de acuerdo con la temporada del año y oscilan desde matracas de bandera y aviones de 50 pesos, hasta figurillas de moda como "Peppa Pig", el "Chavo del Ocho" y la "Chilindrina" en 200.
Todas sus piezas son hechas y pintadas a mano en su taller en Nezahualcóyotl, Edomex, por lo que, con una amplia sonrisa, asegura su calidad. Todos los días extiende su puesto durante 12 horas, suficiente para promover este tipo de artículos para niños y, ríe, no tan niños, pues las pirinolas sirven para apostar “un chupe, una moneda o sólo para pasar el rato”.
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Con sus juguetes, busca que las tradiciones mexicanas no caigan en el olvido y más en estas fechas, asegura, tan emblemáticas para los capitalinos como el Grito de Independencia, por lo que ante la novedad de artículos de moda como patitos patrios o charros con sombrero, afirma no competir, pues sostiene que hay venta para todos.
Este artesano es uno de los primeros comercios ambulantes que a pocos días de que se celebren las fiestas patrias ya comienzan a teñir de verde, blanco y rojo el Centro Histórico capitalino.