
Son policías, pero también padres de familia. Todos los días, los uniformados combaten la delincuencia en la Ciudad de México y enfrentan peligros en las calles, aunque también tienen hijos por los que se preocupan y extrañan, mientras cumplen su labor diaria, motivados a seguir velando por el bienestar de los capitalinos.
Con motivo del Día del Padre, dos elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) comparten a EL UNIVERSAL sus historias personales, y cómo vinculan su compromiso diario con la seguridad de la ciudad y su tarea como papá.
El trabajo de Arcángel, comando de la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales (UMOE), implica misiones de alto riesgo y complejidad, regularmente en entornos hostiles.
Lee también Metro activa marcha de seguridad en 9 líneas a causa de la lluvia en CDMX; trenes circulan lento
“Mi misión es acudir a los operativos, a los cateos donde se han involucrado drogas u otro tipo de delitos”, comenta.
Actualmente es instructor del primer curso de operaciones especiales para mujeres, por lo que permanece internado de lunes a viernes, con descansos los fines de semana, tiempo que aprovecha para ver a sus dos hijos —de nueve y 11 años— a quienes considera su motivación para la labor diaria que realiza, pues su intención es crear un entorno más seguro en el que sus pequeños puedan vivir.
“Ellos son mi motivación para hacer las cosas, también quiero que ellos se vean motivados por mí y se sientan orgullos de mi labor como policía. Al ser policía, ir en cuestión de la justicia, de la seguridad, es porque quiero un mejor entorno para ellos, para que estén seguros, crezcan de manera satisfactoria y tengan mucho aprendizaje”, expresa.
Arcángel platica al Gran Diario de México que al llegar a casa, su hijo más pequeño le pregunta sobre su trabajo, incluso le ha llegado a comentar que también quiere ser policía.
Para el uniformado, es una gran satisfacción “poner un granito de arena” en la captura de delincuentes, y ayudar a la sociedad; además, explica que le gusta mucho capacitarse constantemente y adquirir nuevos conocimientos, algo que su empleo actual le permiten.
Rodrigo Bolaños, quien actualmente se desempeña como tercer jefe de sector en Nativitas Delta, lleva 17 años en esta labor, más de la mitad de su vida, pues siguió los pasos de su familia, ya que la mayoría se dedicaron a servir como policías.
Lee también Lluvias intensas dejan más de 20 millones de metros cúbicos de agua; supera acumulado del 2 de junio en CDMX
El elemento, quien tiene tres hijos: dos niñas y un niño, considera que su trabajo es muy difícil porque cada día se enfrentan a distintos peligros que impiden saber si regresarán con sus seres queridos o en qué condiciones lo harán.
Sin embargo, considera que a sus hijos les da el ejemplo de tener un trabajo digno, a pesar de los peligros.
Comenta que en puestas a remisión o en ocasiones en las que ha salido en la televisión mientras desempeña su labor, sus hijos se emocionan, incluso también le han expresado que quieren seguir sus pasos.
“El grande dice que quiere pertenecer a la Marina”, comparte.
“Uno sale con la intención de ayudar, sin nunca recibir nada a cambio. Simplemente el hecho de ver bien a la gente, es un bienestar que siente uno; simplemente el hecho de un agradecimiento o que uno pasa y la gente lo saluda, se siente bien”, asegura.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.