Combaten homofobia con show drag en Xochimilco

En septiembre de 2024, Violeta Silvestri, Azúcar Morena y Zonya Montoya, quienes conforman las Chilangas Dragas, decidieron crear el concepto de Drajineras: un show en las trajineras de Xochimilco, con el fin de resistir contra los estigmas y la homofobia de este lugar. Además, querían dejar de ser vistas como criaturas de la noche y separarse de los antros y los bares.

“Cuando inició esto dijimos ‘vamos a agarrarnos del lugar más homofóbico de todo México, donde a parte golpean gente: las trajineras. Vamos a ir de travestis, vamos a dar nuestro show y no nos van a correr, verdaderamente’”, dice Silvestri.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Azúcar Morena señala que el primer acercamiento a las trajineras fue en septiembre, cuando iban a ir a Xochimilco “y un amigo me dijo ‘¿y si nos vamos vestidas?’, y desde ahí, como un mes después dimos nuestro primer show, pero ese día nació la idea”.

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Durante el show hay bromas, baile, canto e improvisación. El espectáculo se puede cancelar si algún cliente se excede con el alcohol. Foto: Fernanda Rojas / EL UNIVERSAL

Explica que no trabajan como prestadoras de servicio en los embarcaderos, sino que alquilan una trajinera como cualquier cliente.

“En sí el acuerdo con los dueños siempre ha sido como clientes”. Incluso alguna vez les negaron el servicio porque querían contratar la trajinera a través de ellas.

“El único problema que llegó a haber fue al inicio. No sabíamos nosotras que no podíamos atraer gente porque justamente ese es su mercado [de los dueños], sino que tenemos que ir como clientes, y ahí sí nos negaron el servicio, pero no volvió a pasar y cada quien lo suyo”.

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Mientras presentan su espectáculo en el que cabaretean, bailan, realizan juegos y cantan, un comerciante de micheladas les chifla desde su lancha, al igual que turistas y un vendedor de pulques, a lo que Azúcar Morena contesta a este último: “¿No tienes jarabe de mi palo, bebé?”.

“Sí tenemos uno que otro gritito, pero siempre lo tomamos de la mejor manera y agarramos todo a broma porque también hay que divertirnos aquí”, expresa.

Platica que al inicio los clientes, turistas y comerciantes las veían un poco raro, “miradas nada más o chiflidos, tal vez en forma de burla, pero nosotras nos reímos siempre, pero justamente se trata de romper la barrera con la comedia, eso ayuda muchísimo”.

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Refiere que no pueden dejar de lado la diversión, lo político y el activismo que es ser dragas y ser personas disidentes en este arte.

Relata que al llegar a los embarcaderos de Xochimilco hubo algunas miradas de los turistas y comerciantes; sin embargo, se siente “orgullosa de poder estar en Xochimilco, y creo que hablo por mis hermanas también”.

“Es un orgullo estar aquí, empezar todo este despapaye y ser un pie de lanza para que más dragas puedan lograr abrirse más espacios dentro de la urbanización y del arte”, indica Azúcar Morena.

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Desde antes de cada Drajinera, que llegan a presentar una vez a la semana, entablan un acuerdo con los clientes, quienes van desde niños, adultos mayores y extranjeros, para establecer que al llegar a cierto nivel de alcohol pueden cancelar el evento, “para evitar accidentes”.

Para Violeta Silvestri ir a Xochimilco como dragas a ofrecer su show “es superimportante porque llegar a un lugar que es tan machista nos ha servido porque mucho del odio viene acerca de la desinformación, entonces, estamos tratando de quitar ese mindset (mentalidad) y estamos haciendo un cambio”.

La draga, que tarda aproximadamente una hora y media en maquillarse, platica que Chilangas Dragas busca divertirse y divertir al público, como cualquier otro show en trajinera, “y eso ha sido lo más importante para que la gente empiece a normalizar esto, que nos empiece a aplaudir y a tomar fotos, preguntar por nosotras”.

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Zonya Montoya, quien hace comedia e interactúa con los turistas, entre albures y canciones, asegura que Drajineras es una resistencia del movimiento LGBTTTIQ+ para “hacer un poquito más consciente a la sociedad de que es una manera de expresión más y que es válido”.

“Nos visibilizamos en este tipo de lugares, siempre con todo respeto y esperando lo mismo. No estamos para imponer nada, sólo hacer un poco de conciencia”, explica.

En medio de la plática, una trajinera con 20 turistas se empareja y comienzan a interactuar con Zonya, quien se toma fotos, videos y hace algunos chistes. También coquetea en tono de broma con un hombre.

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“Ha habido una aceptación total desde el embarcadero, no sólo en este, sino en varios. La gente se sorprende y nos contactan, dicen quiénes son, hay curiosidad y ha tenido buen impacto”, manifiesta.

Luego de recrear una boda lésbica de manera improvisada con una pareja que se comprometió, platican que están inspiradas en un “conshepto (concepto) mexa”, el cual fue diseñado por Zonya Montoya, entre paliacates y colores representativos mexicanos.

“Algo muy importante es que no somos personajes como tal, nuestras personalidades se mezclan con esta cultura mexicana, entonces justamente creamos experiencias únicas a través de esta cultura mexicana, por eso somos Chilangas Dragas”, dice.

Zonya, quien se describe como activista —al igual que Azúcar y Violeta—, considera que van por buen camino en Xochimilco, pero que todo cambio social “tarda un poquito en hacer efecto”.