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“Del humo se escuchaban los gritos de ayuda ¡se estaban ahogando!”, describió Gloria Valeria Medina, quien vive en el pueblo de San Miguel Topilejo, en la alcaldía Tlalpan, al momento en que ocurría el incendio en un centro de rehabilitación de adicciones donde murieron cinco personas y otros seis resultaron intoxicados.
Cerca de las 10:00 horas de este lunes, Gloria narró que fue alertada por sus vecinos, quienes pedían cubetas de agua y mangueras, ya que se estaba quemando una choza en el camino de terracería Vista Hermosa, en la colonia Ocotlán Chico. Era el centro de readaptación social para jóvenes con problemas de adicciones con el nombre: “Hombres y mujeres preparados A.A. de Topilejo”.
“Eran chavos que se encerraron en un cuarto y en ese momento prendieron fuego a un sillón y comenzaron las llamas que alcanzaron los techos de asbesto y todo se llenó de humo negro”, narró.
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Según los testigos, los habitantes comenzaron a solicitar los apoyos, mientras trataban de rescatar al menos a quince personas que se encontraban al interior de un cuarto, con medidas aproximadas de cuatro por cuatro metros.
Al lugar arribaron paramédicos de las alcaldías Álvaro Obregón y Tlalpan, además de personal médico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) quienes valoraron a once hombres, cinco de ellos no presentaron signos vitales. Cuatro más fueron trasladados a un hospital cercano y dos más fueron atendidos en el lugar.
De acuerdo con los testigos, los encargados del lugar pretendieron huir del lugar a bordo de un vehículo tipo vocho color blanco, pero fueron interceptados por elementos de la policía capitalina sobre la carretera federal México Cuernavaca. Todos fueron trasladados al Ministerio Público.
Otro vecino, Javier, quien llegó a los pocos minutos de que policías acordonaran la zona, recordó que apenas el mes pasado había internado a su sobrino por problemas de adicción en el sitio.
“Yo pensaba que mi sobrino ya no estaba y yo lo traje con la esperanza de que él se rehabilite y que estuviera bien”, aseguró Javier.
De acuerdo con Javier, el lugar operaba con aportaciones voluntarias de las familias, quienes aseguraban era un lugar recomendado en las redes sociales y operaba desde hace más de dos años.
El lugar permanece custodiado por el agrupamiento antimotines de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Protección Civil de la alcaldía Tlalpan y militares.
Los cuerpos de las personas que fallecieron estaban recostados entre los matorrales, apilados y sin identificar. Los cadáveres fueron trasladados en dos furgonetas de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para seguir con las investigaciones
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