Para el resto de enero y febrero el clima de la Ciudad de México seguirá frío durante las mañanas y nublado en las tardes, con presencia de lluvia y vientos constantes.
Así lo informó el director general de Alerta Temprana de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Guillermo Ayala, en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Durante el mes de enero, lo que nos espera son los mismos promedios de temperatura. Hablamos de amaneceres de cuatro a seis grados en las partes altas, y en las zonas del Valle, entre ocho y 12 grados”.
Explicó que la temporada invernal seguirá hasta marzo, con temperaturas mínimas de cuatro grados en las mañanas y máximas de 22 durante las tardes.
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Vendedores de café ganan hasta 2 mil pesos al día
Por: Juan Carlos Williams
“Para una mañana fría, un café y pan calientito”, expresó Alejandro, quien con su carretilla recorre las zonas aledañas al Parque de los Venados, en la alcaldía Benito Juárez, para calentar a los trabajadores con sus bebidas.
Las bajas temperaturas en el Valle de México han generado que desde las primeras horas de la mañana los capitalinos busquen las garrafas de color naranja con 20 litros de agua hirviendo, amarrada a un triciclo y encima frascos de café soluble, leche y decenas de panes apilados en una canasta.
“Es una chamba matadora, uno se levanta temprano para poder vender a los que van al trabajo, escuelas o algunos que van saliendo de la fiesta”, dijo Alejandro mientras servía un té de manzanilla.
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Las ganancias de los cafeteros en triciclo se han incrementado en la época invernal, debido a que las personas consumen la variedad de bebidas calientes y panes para el desayuno para combatir el frío durante las mañanas.
“Un cafecito para despertar y calentar motores para el trabajo”, refirió Raquel, quien esperaba por su bebida.
Las calles de oficinas, estaciones del Metro y paraderos del transporte público son algunos de los puntos clave para la venta de bebidas calientes, generando una ganancia promedio de mil a 2 mil pesos diarios, calculó Alejandro.
Las heladas temperaturas también han afectado a los pacientes que se trasladan al Hospital General de Zona 1A Venados, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quienes desde primera hora se forman para ingresar a su consulta médica, algunos de ellos con sillas de ruedas y bastones caminaban entre el helado viento para apartar un buen lugar y atender su malestar, en su mayoría portaban varias capas de ropa, gorros y guantes para soportar el clima.
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“Es helado el hospital y más en esta época, cuando nos toca esperar es peor, pero siempre nos venimos bien abrigados”, comentó el señor Gabriel.
En el Parque de los Venados, en la colonia Santa Cruz Atoyac, deportistas aprovecharon cada minuto de la mañana, a pesar del clima, para ejercitarse, otros caminaron con sus mascotas.
Con chamarras y cobertores esperan una cita en el IMSS
Por: David Fuentes
El frío cala hasta los huesos. Dos chamarras y un cobertor no son suficientes para aguantar los cuatro grados de temperatura que por la madrugada se sienten en la alcaldía Tlalpan; un café y pancito tampoco lo son.
“Esta es la clínica que me toca, vengo desde San Pedro Mártir y ni modo, toca hacer fila y aguantar el frío”, comentó Mariano, quien con su pie enyesado se formó afuera de la Clínica Familiar 7 del IMSS, ubicada sobre la calzada de Tlalpan, cerca del Estadio Azteca.
La escena se repite una y otra vez: personas de la tercera edad que con dos cobijas tienen que tapar hasta sus sillas de ruedas, o la mamá y su pequeño de brazos cubriéndose totalmente.
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“Estamos aquí desde las cuatro de la mañana, las citas las empiezan a dar a las siete, y si agarramos una rápido, pues igual nos vamos antes de las 11 o más o menos por ahí, mientras tenemos que aguantar el frío”, platicó Mariana, quien llevó a su hijo André a consulta porque está enfermo de los bronquios.
A esa clínica llegan pobladores de las zonas altas de Tlalpan, Xochimilco y Magdalena Contreras. Donde viven, durante el invierno la temperatura por la madrugada es de cuatro grados o menos, pero en combinación con el aire la sensación es congelante.
Frente a esta unidad médica luego de las seis de la mañana poco a poco llegan los vendedores de pan y café. “Ahora en estas fechas lo que más se pide es el atole o el chocolate, ese te calienta más y te deja el calorcito. El café es nomás para un rato, por eso traemos más atolito y chocolate, pero ahora en esta semana eso no funciona, más para ellos porque no se mueven y ahí tienen que estar parados media madrugada”, explicó uno de los comerciantes.
Algunas de las personas piden un poco de empatía por los más vulnerables al frío. “Déjenlos pasar al niño y a la doñita con la silla de ruedas, al menos a ellos para que no sientan todo el aire helado”, expresaron quienes estaban en la fila, pero la respuesta fue nula; nadie entraba hasta después de las siete de la mañana, pues a esa hora comienzan a repartir las citas.
En Los Dinamos todo se congela en minutos, dice don Sergio
Por: Rafael García
Aunque Sergio García, quien desde hace 32 años vende comida con su esposa en un local en el ter cer dinamo, en San Nicolás Totolapan, en la alcaldía Magdalena Contreras, ya está acostumbrado al frío de esta zona; aseveró que en este inicio de 2025 las bajas temperaturas se intensificaron como hace cinco o seis años no ocurría.
“Yo creo que de los años, éste es el que más frío ha hecho. Ahorita llegas en la mañana y todo lo que tocas se congela en minutos”, describió el comerciante, cobijado con tres capas de ropa: playera, camisa y chaleco de lana de borrego.
Mencionó que desde las 6 hasta las 8 de la mañana el frío en la parte más alta de Los Dinamos es prácticamente insoportable, y solamente un café de olla puede ayudarlo a sobrellevar las bajas temperaturas que se anuncian cuando las gotas de agua que caen de las paredes se congelan a medio camino.
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De acuerdo con Sergio, el frío que se siente es por las constantes lluvias que hubo durante la temporada pasada.
“Antes no llovía mucho, o si llovía era en la tarde-noche, y al otro día sin problema, pero esta temporada que pasó estuvo llueve y llueve días completos”, recordó el comerciante.
Por ello, hubo mucho reemplazamiento de tierra y deslaves cerca de su restaurante El Cabrito, añadió.
Sergio García comentó que reconoce una época extraordinaria de frío cuando siente cómo sus pies se congelan, incluso cuando utiliza sus botas de lana, “y ahorita ya cuando vamos a cerrar me las quito para descansar y luego luego se siente cómo se te entumen los dedos”.
Tal es el frío en esta cabaña que los refrescos no requieren de refrigeración, pues basta con colocarlos en un cuarto oscuro, ubicado en la parte trasera del restaurante, para que se mantengan helados y listos para consumirse.
“Nosotros aquí arriba no tenemos luz y pues tampoco la necesitamos, vaya, nada más nos traemos hielos y tenemos hieleras para meter las cervezas y los refrescos. En esta temporada puedes dejar los hielos hasta cinco días y te lo prometo que no se descongelan”, concluyó.