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Almoloya de Juárez, Méx.— “Cada golpe que doy y cada golpe que recibo es por mi familia”, afirmó sudoroso Miguel Ángel al bajar del ring, y quien al igual que 6 mil internos más de penales mexiquenses que forman parte del programa Knockout: No tires la toalla, han visto en el box y en la atención integral de sus emociones para “el perdón y el olvido” una forma de reconciliarse consigo mismos, su familia y la sociedad.
Junto al cuadrilátero del penal de Santiaguito y entre más de 50 boxeadores, Eunice Rendón Cárdenas, experta en prevención social de la violencia y creadora del programa, indicó: “Es un programa de reinserción, de prevención terciaria, que busca que los internos salgan como mejores personas de las que ingresaron a prisión, a través de una metodología que tiene cuatro ejes”.
El primero “es la práctica diaria del boxeo con entrenadores profesionales, campeones mundiales, con el apoyo del Consejo Mundial de Boxeo, con boxeadores que vienen a la cárcel a participar”, señaló.
El segundo eje es el perdón y la reconciliación, que consta de 12 sesiones de tres horas cada una; el tercero, la atención emocional a nivel individual, familiar y colectiva de los internos, la mayoría de ellos llenos de rencor y resentimientos.
El tema postpenitenciario es el cuarto punto. Una vez que salen hay un seguimiento y “los certificamos como entrenadores a través de la Universidad del Boxeo para darles una nueva oportunidad afuera”, destacó Rendón Cárdenas.
A lo largo de casi 10 años del programa “tenemos más de 6 mil beneficiarios en más de 15 penales, 10 de ellos del Estado de México; en Atlacholoaya, Morelos; en Ciudad Juárez; Aguascalientes, y en Argentina, cerca de Buenos Aires, con Boxeo sin Cadenas”, indicó.
En el Estado de México esta práctica del box como terapia de reinserción inició hace cinco años y se lleva a cabo en los penales de Santiaguito; Tenango del Valle; Neza Bordo; Barrientos, en Tlalnepantla; Chiconautla, en Ecatepec, e Ixtlahuaca, entre otros, donde ha impactado positivamente en la disciplina de los muchachos, reconoció.
Juan de Dios Rodríguez Marín, titular de Reinserción Social de la Dirección General de Prevención Social, apuntó que 45% de la población penitenciaria mexiquense está en programas de deporte.
Mientras abraza a su familia, Lepo o El Trompas, como llaman a Rafael, de 28 años, sentenciado a 32 años de prisión por el robo de un vehículo con violencia, relató que “el box me ha ayudado a dejar vicios que tenía”. Mientras su hermana y novia lo ven “muy cambiado”.
“Llevo dos años de los 32 años de mi sentencia, pero la esperanza muere al último. El box y la esperanza es lo único que tenemos aquí. Cada golpe en el ring se los dedico a ellos y a mi familia”, dijo Lepo.
Reconocimiento internacional
Knockout: No tires la toalla fue reconocido en el Foro de La Paz en París como una de las cinco mejores prácticas en el mundo de construcción de paz a través del deporte en noviembre pasado. Además, “ganamos ser parte del programa Scale Up”, relató Rendón Cárdenas.
El programa ha tenido resultados en diferentes niveles, dentro de los penales crea un ambiente más amable y con un trabajo emocional.
“La relación con la familia cambia de forma positiva, 90% de las personas que integran el programa dejan las adicciones, 100% mejora su autoestima, 100% mejora su condición física, emocional y la relación con sus pares y familiares. Nos permite dignificar espacios dentro de los penales y ver el deporte como un proceso de reinserción para tener una mente sana”, dijo la experta.