
La protesta encabezada por estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, cumple ya dos días y seis horas consecutivos en uno de los cruces más transitados de la capital: Paseo de la Reforma y Avenida de los Insurgentes. El bloqueo ha generado severas afectaciones a la movilidad, malestar entre la ciudadanía y un creciente clima de tensión en la zona.
Los aproximadamente 120 estudiantes mantienen cerrados ambos sentidos de circulación con lonas negras, pancartas, piedras, tablas y lazos.
Como parte de su protesta, han retenido una unidad del Metrobús de la Línea 7, que permanece inmovilizada en el lugar. El servicio en las líneas 1 y 7 de ese sistema de transporte está suspendido desde el inicio del plantón, afectando a miles de usuarios que, en algunos casos, han tenido que caminar hasta tres kilómetros para llegar a su destino.

La exigencia de los manifestantes gira en torno al esclarecimiento de la muerte de uno de sus compañeros, ocurrida el pasado 15 de mayo en Chiapas.
Según la versión de los estudiantes, el joven falleció tras recibir un disparo por parte de elementos policiales durante una manifestación. No obstante, el gobernador chiapaneco, Eduardo Ramírez, sostiene que el deceso fue producto de una caída desde una camioneta en movimiento, lo que ha generado una fuerte discrepancia que motivó el traslado del grupo a la capital para exigir la intervención del gobierno federal.
“Estamos aquí porque no nos escuchan en Chiapas. Queremos justicia para nuestro compañero y no nos vamos a ir hasta que se nos garantice que habrá una investigación real e imparcial”, declaró uno de los líderes estudiantiles.
Mientras tanto, la paciencia de automovilistas y transeúntes comienza a agotarse. Los cortes y desvíos implementados por personal de tránsito resultan insuficientes ante el caos vehicular, y la falta de información clara agrava la situación.

“Llevo más de una hora dando vueltas para salir del embotellamiento. No hay presencia de la policía para orientar ni señalización adecuada. Es un caos total”, denunció Enrique Torres, automovilista que intentaba cruzar Reforma.
La frustración también es evidente entre los usuarios del transporte público. “Tengo que caminar más de media hora para llegar al trabajo. El Metrobús no sirve y no hay información clara. Entiendo que protesten, pero también deberían pensar en la gente que solo quiere llegar a sus actividades”, expresó Andrea López, usuaria habitual de la Línea 1.
En los alrededores, algunos comerciantes manifestaron apoyo a la causa, pero también pidieron una pronta solución: “Estoy de acuerdo en que se haga justicia, pero no es justo que miles de personas paguemos las consecuencias. Las autoridades tienen que intervenir y dar una solución ya”, señaló Rubén Castañeda, locatario de una cafetería cercana.
Hasta el momento, las autoridades federales no han emitido una respuesta formal ni se han presentado en el lugar para entablar diálogo con los manifestantes. Los estudiantes reiteran que no se moverán hasta que se garantice un peritaje independiente y se esclarezcan los hechos que rodearon la muerte de su compañero.
El plantón, que ha mantenido paralizado uno de los núcleos viales más importantes de la ciudad, se prevé que continúe durante la noche de este jueves, mientras la tensión crece entre los que exigen justicia y los que piden que se recupere el orden en la capital.

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aov/cr
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