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Miles de personas quedaron atrapadas en el tránsito vehicular por las protestas del personal médico y los transportistas tanto en la Ciudad de México como en la entidad mexiquense.
Por ejemplo, en la autopista México-Pachuca, un padre de familia que llevaba a su hijo recién nacido a una cita médica en la Ciudad de México, viajaba en un camión de la Línea DDT que ya no pudo avanzar. Como el bebé estaba conectado a un tanque de oxígeno para poder respirar, un motociclista que estaba en la zona se ofreció a llevarlos en el vehículo de dos ruedas, por lo que amarraron el tanque de oxígeno a la motocicleta, se subieron los tres y el conductor eludió a los vehículos que estaban en ese punto para avanzar hasta el hospital capitalino.
Así, miles de personas que se trasladaban a su trabajo, escuela, cita médica o entrevista de trabajo resultaron afectados por las protestas de transportistas y empleados del sector salud.
Los que viajaban en sus vehículos particulares quedaron atrapados durante más de cuatro horas o tuvieron que ir por rutas alternas, lo que aumentó el tiempo de llegada.
El servicio del Mexibús en sus cuatro líneas también sufrió suspensiones por el tiempo que duraron los movilizaciones. Los usuarios tuvieron que descender de las unidades para caminar y buscar otras opciones de traslado para llegar a su destino.
También eso se repitió en la autopista México-Querétaro, Periférico Norte, Primero de Mayo y Gustavo Baz.
“Nos bajamos del camión”, “prefiero caminar con bastón a quedarme aquí sin poder moverme”, señalaron pasajeros, entre ellos personas de la tercera edad, luego de que camiones, camionetas y microbuses estuvieron detenidos por horas en vialidades como la avenida Primero de Mayo en Naucalpan.
“Afortunadamente no está desangrándose o grave, si no aquí se nos muere”, relató un matrimonio que también llevaba a un familiar al médico después de varias horas de protestas.
Los bloqueos afectaron a los pasajeros, quienes tuvieron que caminar al menos un kilómetro para saltar la protesta y seguir rumbo al AICM.
“Sabíamos de los bloqueos y salimos antes, pero es el colmo que las autoridades nos perjudiquen por no entablar una conversación”, mencionó Estefanía, una pasajera afectada. Redacción, con información de Emilio Fernández, Rebeca Jiménez y Juan Carlos Williams