Atizapán de Zaragoza, Mex.- “Fue un despertar de terror. Uno ya ni quisiera recordarlo”, dijo Yolanda Sánchez, habitante de la colonia San Miguel Xochimanga, que resultó inundada tras la ruptura de una tubería la madrugada del pasado domingo 23 de noviembre, hace una semana.
Alrededor de 20 personas forman parte de la familia Sánchez, quienes viven en la calle Cerrada de los Naranjos y en entrevista con EL UNIVERSAL, narraron que al inicio pensaron que se trataba de un robo de vehículo porque comenzaron a escuchar que las alarmas sonaban. Y al asomarse, vieron la ola de agua que bajaba de la Avenida de la Manzana.
El nivel del agua subió aproximadamente un metro y medio y provocó que perdieran electrodomésticos, muebles, colchones y dos vehículos se les metió el líquido, por lo que hicieron un llamado a la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), que no se olviden de los daños y apoyen en la reparación de las unidades.

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Ante la fuerza con la que corría el agua, decidieron utilizar un mazo para romper una pared y que el agua cayera hacia un canal que se ubica a espaldas de su vivienda, mientras el Jetta de color rojo y un Ibiza amarillo, giraban de un lado a otro hasta que chocaron entre sí. Los autos, no están asegurados, reconocieron. Sin embargo, afirman que personal de CAEM les dijo que habría indemnización.
Ángel Sánchez narró que después de que el agua corrió hacia el canal, su coche quedó a poco más de 10 metros de distancia de su casa. Al abrir las puertas, los asientos, estéreo, equipo de sonido y motor, ya estaban empapados y el vehículo ya no encendió.
La familia Sánchez vive al fondo de la calle Cerrada de los Naranjos, quienes solicitan a las autoridades celeridad en la entrega de apoyos para que puedan ir retomando su vida, luego de perder herramientas para su vida diaria.
aov
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