Los titulares de las alcaldías del periodo 2024-2027 cumplen hoy su primer año de gobierno y el panorama es completamente distinto al que se vivía en el sexenio pasado, pues ahora su relación con el Gobierno de la Ciudad de México es cordial y se intenta trabajar de manera coordinada a favor de los vecinos, coinciden especialistas.
Esta cordialidad podría terminar a mediados o finales del próximo año, cuando comience la carrera de 2027, prevén.
Para Enrique Gutiérrez Márquez, politólogo de la Universidad Iberoamericana, es bastante complicado hacer una medición específica del primer año de gobierno de las alcaldías, debido a la propia estructura político-administrativa de la Ciudad de México, pues muchas de las acciones dependen del gobierno central y de la coordinación que haya entre autoridades.
Comenta que ha habido, en términos generales, una buena coordinación entre el gobierno central y las demarcaciones durante estos 12 meses en diferentes rubros como seguridad, transporte y bacheo.
“Aunque resulta muy difícil hacer una valoración específica por la propia estructura de la Ciudad de México, me parece que, en términos generales, podríamos decir que la coordinación entre las alcaldías y el gobierno central, a pesar de no ser del propio gobierno en el poder, ha sido bastante benéfica, en este caso, para los y las habitantes de la Ciudad de México por este asunto de coordinación, que es muy complejo en un espacio territorial que incorpora una gran cantidad de personas, pero que, al mismo tiempo, tiene como muchos matices y muchos elementos que están ahí como metidos en la dependencia que hay de las alcaldías hacia el gobierno central, por ejemplo”, sostiene Gutiérrez Márquez.
El especialista refiere que esta buena relación entre gobierno y alcaldías, en términos generales, se debe a que no estamos en tiempos electorales, pero conforme se acerque la elección de 2027 se comenzará a ver más polarización, tensión y disputa de territorios.
A su vez, Marco Arellano Toledo, profesor de Ciencia Política en la UNAM, expone que durante este primer año de gobierno de las alcaldías, que coincide con los primeros 12 meses de administración de Clara Brugada, se ha visto una suerte de coordinación y colaboración entre ambos que no se veía en la primera mitad del sexenio pasado, cuando la relación entre demarcaciones de oposición y gobierno central, que encabezaba Claudia Sheinbaum, era muy compleja.

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“O sea, hay antagonismo político por ser de distintos partidos, pero se han notado algunos aspectos de colaboración”, indica.
Menciona que la Jefatura de Gobierno ha atravesado por diversas crisis en un año; por ejemplo, el asesinato de los colaboradores de la mandataria Clara Brugada, Ximena Guzmán y José Muñoz, y la explosión de una pipa en el Puente de la Concordia, temas en los que ha habido solidaridad de las y los alcaldes, lo que ha solidificado la relación.
Además, se han empezado a construir las Utopías, que ha implicado un trabajo colectivo.
“Si bien se han escogido alcaldías que pertenecen a Morena para empezar a desarrollar y diseñar los nuevos complejos, lo que se nota es que empieza a haber ciertas estrategias de colaboración para favorecer a algunas alcaldías que no son de Morena y eso tampoco lo habíamos visto.
“En resumen, lo que se puede observar es que el antagonismo político que existía en los tiempos de Claudia Sheinbaum hoy es un poco más terso la comunicación, la conversación y parece que también obedece al trato más hábil y aperturoso de la Jefa de Gobierno con respecto a los alcaldes opositores”, remarca Arellano Toledo.
Destaca que ha existido una buena colaboración en materia de seguridad, pues hay capacidad de escucha activa de ambas órdenes de gobierno; además, los preparativos para el Mundial de Futbol han dado la oportunidad de colaboración entre ambas partes.
Héctor Manuel Villarreal Beltrán, académico de la UAM, sostiene que durante este primer año de gobierno en las alcaldías se está experimentando una administración inercial, en donde los ciudadanos no notan alguna diferencia, pues los problemas de infraestructura, vialidad, entre otros, persisten.

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Consultado sobre la relación de las alcaldías con el gobierno central, sostiene que ha sido relativamente amable y no como ocurría en años anteriores.
“Al parecer hay una buena relación, sobre todo, porque con esto de los programas sociales se generan algunas condiciones de satisfacción por parte de muchos ciudadanos, y además, pues si consideramos que la mayoría son de la misma filiación partidaria, pues eso facilita mucho. Los gobiernos de oposición no marcan alguna diferencia, parece que la única que está por ahí un poco en los medios sería Alessandra Rojo de la Vega, que está con mayor presencia en los medios y generando alguna discusión en términos de marcar algunas diferencias con el Gobierno de la Ciudad”, indica.
Laura Valencia, del Departamento de Política y Cultura de la UAM, coincide en que durante este primer año no ha existido tanto encono entre las alcaldías y la jefa de Gobierno, como sí lo había en administraciones anteriores.
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Esto podría obedecer, dice, a la forma en la que está dividida políticamente la Ciudad de México, pues la mayoría de las alcaldías son morenistas, aunque algunas se hayan ganado por poco margen, como Álvaro Obregón y Xochimilco, “también eso habla de que la jefa de Gobierno tiene que ser lo más equilibrada posible y tener margen de maniobra y de negociación con los diferentes alcaldes”.
Dice que la Ciudad de México y las alcaldías son diferentes al resto del país, y si bien algunos servicios están centralizados en las demarcaciones y otros en el Gobierno capitalino, a la vez hay una suerte de descentralización y los gobiernos participan de diferente forma en rubros como permisos de construcción, seguridad y servicios públicos.
Resalta que al ser los programas sociales una prioridad para el gobierno, la obra pública se descuida, lo que podría generar fricciones entre alcaldías y Gobierno capitalino.

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“No está mal lo de las transferencias, pero no necesariamente todo el presupuesto tiene que ir destinado a transferencias”, expone.
Laura Valencia subraya que, durante estos 12 meses de gobierno, persisten los problemas cotidianos como movilidad e inseguridad, pero se deben reconocer avances; por ejemplo, en materia de la electromovilidad.