Nezahualcóyotl, Méx.— Michelle, una joven de 24 años de edad, asegura que le dieron un pinchazo cuando iba en uno de los trenes del Metro y su familia, denunció que las autoridades capitalinas no aplicaron el protocolo establecido, lo que aumentó el riesgo para ella.
El 5 de mayo pasado, cuenta, se sintió mal en el Metro Chabacano de la Línea 2, mientras hacía el transbordo para dirigirse a su trabajo, ubicado en Ermita. Dice que se mareó y se le adormecieron los brazos y que ya no pudo andar, perdió movilidad, se sentó en el suelo y se recargó en la pared.
Sin mucha fuerza, recuerda, pudo mandarle mensajes de Whatsapp a su mamá, quien se encontraba en su casa en Nezahualcóyotl, de donde había salido en la mañana. Le dijo que se sentía muy mal. Silvia, su madre, le marcó por teléfono y le pidió que buscara ayuda.
Cuando se acercó a un policía, Michelle afirma que otra mujer le dijo al uniformado que la conocía y que se haría cargo de ella, pero la joven la rechazó, porque no sabía quién era, nunca la había visto. La desconocida se fue.
El policía, del que desconoce su identidad, la llevó a una oficina de la estación y explica que la revisó una mujer que le dijo que era enfermera y le comentó que seguro se le había bajado la presión arterial.
Comenta que le sugirieron que se fuera en Uber, se sintió presionada y se fue en el vehículo de aplicación. No hubo protocolo de atención.
En su casa, Michelle tuvo vómito y diarrea. Acudió con un médico particular, quien la medicó y en unos días más le harán exámenes de hepatitis y de VIH. No ha presentado denuncia.
