Las proteínas son macronutrimentos encargados para la formación de los músculos y de los tejidos; regulan varias funciones del organismo; también ayudan al sistema inmune y transporte de oxígeno.
Existen dos tipos:
1. Proteínas animales (carne, el huevo, pescado y lácteos). Se les califica como completas, es decir, contienen todos los aminoácidos necesarios para el cuerpo.
2. Proteínas vegetales (leguminosas cocidas o germinadas como el frijol, lenteja y chícharo; frutas como el aguacate; derivados de la soja como el tofu; algas; frutos secos y, aunque sea en poca cantidad, los cereales como quinoa y amaranto). Se consideran incompletas para una óptima utilización y por ello siempre es recomendable combinarlas.
Cuando consumimos demasiadas proteínas nuestro cuerpo puede tener complicaciones como:
- Enfermedades cardiovasculares.
- Obesidad.
- Sobrecarga del organismo.
- Cálculos de riñón.
- Cansancio y dolores de cabeza.
- Descalsificación
Se estima que el 15% y 20% de tu ingesta diaria debe provenir de proteínas.
La mayoría de los expertos en nutrición recomiendan incluir en tu alimentación diaria dos tipos de proteínas: una animal y otra vegetal, de preferencia o dos vegetales.
Es importante precisar que es necesario beber más agua para mantener un equilibrio y eliminar el exceso de toxinas y recordar que las personas que realizan actividad física queman más fácilmente las toxinas provenientes de las proteínas, por lo que su régimen alimenticio es distinto al de una persona sedentaria.
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Fernanda Alvarado
es especialista en nutrición y educadora en diabetes, escribe la sección “Zona Saludable” en el suplemento impreso de Menú de El Universal. Cuenta con estudios de educación continua en nutrición y formación como promotora de salud por parte de la Universidad Iberoamericana. Candidata a maestría en nutrición y dietética con especialidad en nutrición comunitaria.