Enmarcada por la Cumbre de los Hermanillos y la enigmática fortaleza medieval en el Cerro del Castillo, Jumilla es una región que se destaca no solamente por tener los mejores churros de España o producir queso de cabra de calidad inigualable, sino por la producción pluridimensional de vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP).
Es difícil describir en pocas palabras al vino de Jumilla. Tan solo, la DOP abarca poco más de 21 mil hectáreas de viñedos situados en la región al norte de la provincia de Murcia y al sur de Albacete, la cual, es una de las más generosas en cuanto a diversidad de terruños, alturas y cultivos.
Gracias a las bondades de la naturaleza de este paraje casi desértico, las familias vinicultoras, dueñas de bodegas y apasionadas del vino son capaces de transformar el terreno en una multiplicidad de vinos que van desde los tintos y blancos, hasta algunas expresiones de rosado y extraordinarias etiquetas de vino de postre.
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El terruño y clima de Jumilla
Los suelos jumillanos se caracterizan por ser sueltos, calizos, y sumamente pedregosos, eso sí, bastante profundos, con buena aireación y retención del agua que obtienen por las escasas lluvias al año.
La zona de plantación de viñedos se da desde los 350 a los 980 metros sobre el nivel del mar, por lo que tienen una notable altitud, como lo explica la propia Denominación de Origen.
Lo suelos gozan de tosca, el tipo de piedra caliza resultado de una larga fosilización de la arena y bastante utilizada en la arquitectura mediterránea. En el cretáceo, el tercer y último período de la Era Mesozoica, en Jumilla estaba el mar de Tetis, el precursor de lo que hoy es el mar Mediterráneo, así como algunos lagos y vegetación prominente.

Al secarse, en algunas zonas vinícolas, quedaron restos de animales marinos y moluscos, brindando al suelo características salinas y minerales, tal es el caso de los viñedos de Viñaelena, que expresan fruta madura y taninos amables en las etiquetas más tradicionales, sin embargo, a apenas 30 kilómetros, la fruta es más fresca y enérgica.
Respecto al clima, Jumilla tiene rasgos semi áridos, con lluvia presente en el otoño y un poco en el mes de abril. Las temperaturas pueden superar los 40°C en el día y bajar para el atardecer, mientras que, en invierno, es posible llegar a los -10°C. La media anual es de 16°C y vientos constantes, con una humedad relativa media anual de 60.4%
Estas características hacen que los viñedos sean ecológicos, ya que reducen el uso de plaguicidas. De hecho, se puede decir que la mayoría de los viñedos presentes en la DOP, son ecológicos, sin embargo, solamente el 70% están oficialmente certificados, algunos, incluso, son grandes ejemplos de cómo ser un viñedo vegano.

La atrocidad del cambio climático
Pese a ser una zona con grandes esfuerzos ecológicos (certificados o no), el cambio climático ha afectado a la región. Los últimos tres años, se presentó una sequía brutal que afectó a las parcelas vinícolas, provocando, en 2024, la vendimia con menos producción de la historia de Jumilla.
Existió un bajo rendimiento durante todo el año, consecuencia directa del bajo brote de las viñas de secano, las cuales se caracterizan por vivir únicamente del riego natural de la lluvia. La muerte de las vides, a las cuales fue imposible brindar un riego de socorro, también fue una consecuencia más de la fuerte sequía que azotó la región.

La desertificación de la zona responde, de acuerdo con diversos vinicultores de Jumilla, al cambio climático mundial, que ha cambiado las temporalidades de lluvia. Además, debido al eje sostenible de la región, que dictamina y regula las normas de riego de los viñedos de secano, realizar riegos de socorro podría afectar las normativas ecológicas y de uso de agua de los viñedos.
Se trata de un tema que todavía se discute, pero que no fue impedimento para que se produjeran vinos de alta expresividad y calidad. Si bien, el tema del riego pinta mejor para 2025, con más posibilidad de lluvias al año, otras consecuencias del cambio climático se desvelan, como la plaga de mosquito verde que ataca las vides debido a que buscan plantas para hidratarse, el mismo caso que animales salvajes como los conejos.
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El vino que se toma en familia
“No hay jumillano que no tenga relación con el vino de una u otra manera”, afirma Helio Abellán, de Bodegas Carchelo. La tradición vinícola de Jumilla, debido a su amplia vastedad, pasó de ser una producción de vino a granel, a una de las regiones con más calidad y elegancia, así como una historia que representa no solo el camino de los vinicultores como forma de supervivencia, sino como un estilo de vida que apasiona a generaciones enteras.
Es así como las bodegas de Jumilla se convirtieron en auténticas legacías familiares, como Bodegas Xenysel, Viñaelena, o Bodegas Cerrón, las cuales cuentan su historia familiar a través de las etiquetas de sus vinos. Además, hay otras que datan de hace más de 100 años, cuando se formalizó el comercio del vino, como Bodegas Bleda.
Las cooperativas, además, son otra forma más de entender el vino jumillano. Se trata de pequeñas asociaciones de viticultores que eligen un representante por zona para crear una especie de parlamento o consejo local con un presidente al frente que toma decisiones por la bodega, tal como sucede con Bodegas San Dionisio, fundada en 1957.

La Monastrell y el "pie franco"
No se puede conocer Jumilla sin hablar de su uva reina: Monastrell. Se trata de la variedad más plantada en toda la DOP y la tercera en España, una uva tinta caracteriza por ser bastante resistente a las sequías y de maduración muy tardía.
La Monastrell en Jumilla es sumamente diversa, en cuanto a expresividad se refiere, en cada viñedo de la DOP, sin embargo, por lo general da vinos de colores violáceos intensos, con buen nivel de alcohol, tánicos, y bastante frutales.
En los jóvenes puedes esperar una riqueza, a veces explosiva, en fruta roja como grosella, fresa y cereza; mientras que, en crianza, al estar equilibrados en barrica, suelen aparecer las frutas negras maduras y especias como pimienta.
Se piensa que esta variedad llegó a España de la mano de los Fenicios, aunque es solo una teoría. Es un tipo de vid que florece en otras partes del mundo como Francia, Australia, California y África del Sur, en donde cambia de nombre. Sin embargo, es la región de Jumilla donde más se aprovecha.
Es digno de reconocer que, al menos, en mil hectáreas de vides plantadas, hay Monastrell a pie franco, es decir, una uva que no es injertada en raíces de variedades americanas resistentes a la “Filoxera” un parásito que se come la planta desde la raíz hasta las hojas, una plaga que devastó masivamente los viñedos de Europa durante el siglo XIX.

Esfuerzos que dan frutos
Frente a exponentes monumentales del vino español como lo son Rioja, Rivera del Duero o Rueda, Jumilla es una que busca rememorar sus orígenes para contar la historia de sus bodegas, sus vinicultores y sus habitantes y familias.
Esfuerzos de los vitivinicultores a ser en su mayoría orgánicos, amables con el medio ambiente o hasta biodinámicos y veganos, hablan de una región que busca hacer bien las cosas, producir vino de la más alta calidad con joyas escondidas dentro de sus bodegas y etiquetas que brillan desde Reino Unido, pasando por México, hasta Japón.
Se trata de una DOP que muy probablemente se posicionará entre las favoritas de los enófilos, que buscan innovación y buenas prácticas sociales, naturales, y medioambientales sin perder las características de un gran vino español.

Datos de Jumilla
- La DOP de Jumilla se crea en 1966, sin embargo, fue hasta 1978 que se descubrieron los restos de las pepitas de vitis vinífera más antiguos de Europa. Esto atestigua una tradición que lleva más de 2 mil 500 años de antigüedad.
- La DOP de Jumilla abarca desde la frontera de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia hasta la provincia de Albacete perteneciente a Castilla-La Mancha. Es decir, los municipios de Hellín, Albatana, Fuente-Álamo, Ontur, Monte alegre del Castillo, Tobarra y Jumilla.
- Las uvas tintas que más se plantan son: Monastrell, Tempranillo, Syrah, Garnacha Tintorera, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot.
- Las uvas blancas que más se plantan son: Airén, Macabeo, Sauvignon Blanc, Moscatel De Grano Menudo, Chardonnay, Perdo Ximénez, Verdejo, Malvasía, Viogner y Merseguera.
- La Monastrell es la uva que más se planta en Jumilla.
¿Qué es una Denominación de Origen Protegida?
Los productos con Denominación de Origen Protegida (DOP) son aquéllos cuyas características se deben al medio geográfico (factores naturales y humanos). Su producción, transformación y elaboración se realiza siempre en esa zona delimitada de la que toman el nombre, explica la Administración Pública del Gobierno Español.
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