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Entre los muchos atractivos que la Riviera Maya tiene para ofrecer destaca Joyá, el único show residente de Cirque du Soleil en América Latina, ubicado dentro de Vidanta.
Más que un espectáculo, Joyà es toda una experiencia en muchos sentidos en la que chicos y grandes pueden disfrutar de una historia contada a través de palabras, actos, formas, colores y, por supuesto, sabores. ¡Y hoy en Menú te contamos los detalles!
Un espectáculo multisensorial
Joyà se disfruta por partes. La primera tiene que ver con la gastronomía, que sirve como punto de partida para introducirte en el mundofantástico del Cirque du Soleil.
Se trata de una cena de tres tiempos que sucede justo antes de comenzar el show artístico. Se trata de una serie de elementos en mesa que, si pones la suficiente atención, explica la narrativa puesta en escena.

Se llevan a cabo dos funciones por noche al interior de un teatro creado específicamente para albergar el show. La cena empieza una hora previa al espectáculo, es por eso que la puntualidad y la creatividad artística en la mesa son tan importantes como las acrobacias bajo el telón. ¡Es todo un espectáculo que inicia desde la cocina!
Este menú a tres tiempos fue diseñado por Alexis Bostelmann, chef ejecutivo de Grupo Vidanta y, aunque fue pensado para acompañar el espectáculo, también juega un papel muy importante en la experiencia inmersiva que define a Joyà. Todo comienza desde el paladar.
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Actos y sabores
El primer tiempo, Essperimento, asemeja a una tabla de aperitivos y está conformado por un taquito crocante de cangrejo, camarón, chaya y salsas; una ensalada de flores comestibles, quinoa, humus y crocante de hierbas; y un ceviche de pesca del día ahumada con coco, habanero, menta y jugo de maracuyá. Un inicio refrescante.
Para el segundo tiempo, el plato fuerte, tú eliges la historia:
- Tesoro del pirata, un filete de salmón en cocción lenta, ensalada de algas y verduras, puré de coliflor y calabaza y salsa holandesa de chiles.

- Meteor, una costilla de res braseada en especias mayas con verduras orgánicas a las brasas y puré de camote, jengibre y coco.

- Terra, un plato de quinoa cremosa con betabel y verduras de temporada, coliflor curtida y puré de aguacate. Esta última opción es vegetariana, así que no tendrás de qué preocuparte si no consumes carne.

Lo especial de estas opciones es que llegan a tu mesa con toda la magia que esperarías de un espectáculo así, comas lo que comas.
El Tesoro del pirata llega en un cofre de madera con una base de vidrio bajo la cual se asoman algunas monedas doradas y rubíes. Meteor, por su parte, asemeja a una roca e incluso llega acompañado de un hueso enorme junto a las costillas.
Para el desenlace gastronómico está Scienco: un libro gigante que resguarda una selección de postres creados por el pâtissier. Podrás disfrutar de 4 postres en uno, la manera en que termina este menú es la expresión más clara en donde lo gourmet se fusiona con lo teatral.

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De burbujas y acrobacias
Joyà da inicio en cuanto los postres dejan la mesa. Es en ese momento en el que el menú deja de ser solo una cena y se convierte en un portal que te introduce al mundo de Joyà: el libro, el cofre del tesoro, el meteorito, incluso las plantas juegan un papel importante en la narrativa del show.
En cuanto las luces se apagan y el escenario se ilumina, la audiencia se encuentra con una experiencia inmersiva que se vale de música en vivo, juega con la iluminación y hasta con la textura de los vestuarios para contar una historia que gira en torno a la vida, la búsqueda de significado y la identidad misma.
Joyà es uno de esos espectáculos que podrías ver una y otra vez y quizá conectar con conceptos diferentes a través de sus 7 actos que mezclan conceptos futuristas, barcos piratas, paracaidistas y hasta una aventura en el fondo del mar.
El show es, básicamente, un ente vivo, ya que requiere de 35 artistas (entre acróbatas, bailarines y cantantes) en escena y cerca de 78 profesionales que no solo cuidan cada detalle, también se encargan de mantener a salvo tanto a los artistas como a la audiencia.
Y, desde luego, la atención al detalle está presente en cada aspecto del show. Desde los bordados en el vestuario de los Masters, quienes acompañan al abuelo de Joyà, hasta cada objeto en Naturalium, la biblioteca en la que la historia inicia y concluye.

Incluso el maquillaje de los artistas requiere de 30 pasos y más de 110 colores para hacer posible la magia del show, casi como una receta.
Es una experiencia ideal para disfrutar en familia y reencontrarse con la magia de la imaginación, mientras disfrutas de historia sque no necesitan palabras para ser contadas, sino una reinterpretación gastronómica de lujo que fusiona lo mejor de dos mundos: la cocina y el espectáculo.
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