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Mayahuel, Meyehual, Máyatl, en todas las historias del folclore mexicano, el mezcal empieza con una mujer. Si es así, entonces ¿por qué su papel en la industria mezcalera fue invisibilizado y denigrado por tanto tiempo?
En la asociación Mujeres del Mezcal y Maguey de México, se hicieron esa misma pregunta hace más de veinte años, cuando decidieron ejercer su poder como propietarias, productoras y conocedoras del mezcal sin la necesidad de un padre, esposo, hermano ni ningún hombre que las respaldara.
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Yolanda Ruíz, fundadora y presidenta nacional de la asociación cuenta para El Universal, cómo el sexismo tiene lugar hasta en el agave. “En nuestro país, cada historia, en cada estado, tiene puntos o conexiones similares de las mujeres que siempre estuvieron presentes, mas nunca visibles. Hace 21 años, nos dijeron que estábamos equivocadas en hacer un movimiento de mujeres en los destilados, que estábamos locas.”
Empezaron primero dos, luego cinco, después veinte; así hasta tener lazos por todo México. Ella tiene doce años recorriendo el país buscando mujeres, fortaleciendo las asociaciones y la conexión entre maestras mezcaleras. La marca “mujeres del mezcal” es una marca colectiva que se les presta a aquellas que no tengan una propia para poder vender sus destilados.
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Las hijas del Maguey
En cada estado de la república, la asociación tiene una presidenta local, quien se encarga de buscar por todas las comunidades a emprendedoras destiladoras. Cuando se conforma el equipo, se escribe un nuevo capítulo, así es como diferencian a cada uno de los distritos estatales de la asociación: capitulo Oaxaca, capitulo Michoacán, capítulo Puebla, entre otros.
Precisamente, en cada uno de estos capítulos las historias de resiliencia resuenan en los palenques. Yolanda nos cuenta la historia de una de las mujeres fundadoras que, tras un intento de feminicidio, logró posicionarse y a sus compañeras como grandes maestras y productoras de mezcal:
La historia es de Luzma, secretaria general de la asociación. Fue con la que se gestó el movimiento de mujeres después de haber tenido dos intentos de feminicidio por parte de hombres destiladores, pues ella luchaba en ese entonces por la incorporación a más procesos de certificación.
Así, las historias de emancipación femenina continúan. Bety, la presidenta del Capítulo Guerrero quedó huérfana a los ocho años, se crió son su abuelita quien la mandaba a las fábricas donde destilaban el maguey, esa experiencia la hizo una catadora profesional. En Sonora, la presidenta creó el Bacanora Fest, y en Zacatecas, la Señora Lamas es la propietaria de una de las marcas de mezcal más importantes del estado, pese a haber sido rechazada durante años por hombres destiladores que le cerraban sus puertas por el simple hecho de ser mujer.
No se trata de una competencia
Yolanda explica que, además del machismo interiorizado, antiguamente se creía que una mujer que estuviera menstruando avinagraba el mezcal si se acercaba al palenque. Esta excusa, ya desmentida, hizo que las familias mezcaleras invisibilizaran a las mujeres, dejándolas en el interior de la casa sin posibilidad de aprender, ni trabajar.
“Yo les decía a nuestros detractores que quizás, dentro de su cultura antigua era bien visto ningunear a las mujeres, pero todos tenemos que evolucionar, tenemos que ser generosos no importando el sexo. Cada uno tenemos conocimientos que, al juntarnos, podemos enriquecer nuestros conocimientos, crecer como seres humanos y en la en la colocación de nuestros productos”
Algo tan simple como pedirles a las chicas que recojan el plato de su hermano escala a tal nivel que por años las hicieron ver como asistentes de los señores mezcaleros, provocando un rechazo generalizado a cualquier destiladora, maestra o productora de mezcal. A veinte años de que se inició en el tema, Yolanda dice haber visto un cambio generacional, en donde cada vez más hombres ocupan un segundo plano cuando una mujer está a la cabeza de la producción del mezcal.
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Destilados con alma de mujer
Yolanda cuenta que una de sus mejores experiencias como catadora ha sido saber reconocer cuando un mezcal ha sido hecho por mujeres. “A las maestras mezcaleras les salen unos destilados increíbles. Una vez probé un mezcal y pensé ‘este mezcal te abraza el alma’ hay algo emocional que no puedo describir, pero pensé ‘seguro lo hizo una mujer’ y así fue”, recordó.
En palabras de ella, es algo imposible de describir, es una sensación de cuidado, de relajación, de emoción. “Le puso alma, vida y corazón”, dijo la catadora. Hay una parte sensorial, algo que te lleva a las emociones cuando estás catando un mezcal.
Puedes identificar pimienta, madera, musgo. Para Yolanda, ese mezcal almendrado olía a casa de su abuela, en el campo, conectó con la historia del mezcal y la suya, creando así un recuerdo compartido.
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La sostenibilidad: la diferencia del mezcal hecho por mujeres
La industria de los destilados también contamina. Si algo puede marcar la diferencia del mezcal hecho por mujeres es la conexión y la sororidad con la propia Tierra. “En colaboración con la UNAM, tenemos en desarrollo que mide la huella hídrica y de carbono que dejan los destilados” comentó Yolanda. El cambio climático es un tema en la agenda de las mujeres mezcaleras a través de capacitaciones sobre el desperdicio de las vinazas, un líquido que ya no se puede utilizar, que contamina el agua y el suelo al convertirse en un engrudo.
Hay investigadoras en Guerrero y Michoacán que tratan de dejar el uso de glifosato e insecticidas. Utilizar organismos vivos para alimentar y proteger el agave en aras de un paso al mezcal orgánico.
El documental, un coctel de historias
Uno de los proyectos más ambiciosos de la asociación fue la creación de su documental, aún a la espera de estrenarse, dirigido por Francisca Siza y producido por Gautier Heins. Una filmación que recorrió trece estados del país relatando la historia, por capítulos, de las presidentas mezcaleras, sus certificaciones, premios, batallas y reconocimientos por otras mujeres. Este registro ganó premios en Berlín, Estocolmo, Los Ángeles, en el Festival Internacional Puerto Aventuras de México y en la séptima edición del festival de mujeres directoras.
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Sororidad con aroma de mezcal
En la asociación hay maestras destiladoras, investigadoras, abogadas, ingenieras y mezcaleras. La sostenibilidad, el precio justo, la capacitación, y su propia red de distribución han logrado grandes hazañas como ganar reconocimientos internacionales como el Concours Mondial de Bruxelles.
Al final, todo el desarrollo que las decenas de compañeras y sus familias han conseguido no solo ha servido para producir destilados, sino para la emancipación de cada una de las mujeres en las comunidades alrededor del país, creando lazos de hermandad y sororidad que se pueden encontrar en una botella de mezcal.
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